El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció ser el mismo de siempre el sábado cuando se dirigió a sus partidarios en su primer evento público tras su diagnóstico de COVID-19 desde un balcón de la Casa Blanca, donde destacó los logros de su gestión y reanudó las críticas a sus rivales políticos.
El líder republicano apareció solo y sin mascarilla en un acto que llamó “una protesta pacífica por la paz y el orden”, instando a sus cientos de seguidores en el lugar -en su mayoría de minorías latinas y afroamericanas- a unírsele para ganar las elecciones del 3 de noviembre.