AGENCIA
EEUU.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha causado controversia tras lanzar una retórica expansionista, sugiriendo que las fronteras de Estados Unidos (EU) deben extenderse hacia Canadá, el territorio danés de Groenlandia y el Canal de Panamá. Sus comentarios, que implican la posibilidad de redefinir las fronteras internacionales por la fuerza, han generado reacciones encontradas en Europa, donde se teme que puedan dañar las relaciones transatlánticas.
Aunque algunos líderes europeos, como la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el canciller alemán Olaf Scholz, han descartado la posibilidad de una acción militar por parte de EU, han expresado su preocupación sobre las implicaciones de las declaraciones de Trump. Scholz advirtió que “las fronteras no deben moverse por la fuerza”, sin mencionar directamente a Trump.
En medio de la creciente tensión, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy hizo un llamado a Trump para que continúe apoyando a Ucrania frente a la invasión rusa, subrayando la importancia de defender el principio de soberanía nacional.
El primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede, rechazó la idea de que su territorio sea anexionado por EU, aunque expresó apertura a una mayor cooperación con el país norteamericano. Por su parte, la primera ministra danesa Mette Frederiksen destacó la importancia de la unidad entre EU y Dinamarca, calificando a Estados Unidos como “nuestro aliado más cercano”.
A pesar de las respuestas diplomáticas mesuradas, analistas advierten que las palabras de Trump podrían exacerbar las tensiones entre Estados Unidos y Europa antes de su segundo mandato, si las relaciones no se manejan con cuidado.