Este martes, el expresidente estadounidense y candidato republicano Donald Trump descalificó la nueva acusación en su contra relacionada con el asalto al Capitolio, calificándola de “ridícula” y exigiendo su desestimación. En un mensaje en su red social, Truth Social, Trump arremetió contra el fiscal especial Jack Smith, a quien acusó de intentar revivir una caza de brujas “muerta” con esta acusación.
Trump argumentó que Smith está usando este caso para distraer al público de las verdaderas crisis que enfrenta el país, incluyendo problemas de inmigración, crimen y inflación. “Este intento de interferir en las elecciones es un abuso sin precedentes del sistema judicial”, afirmó Trump, señalando que esta acusación no es más que un intento desesperado de los demócratas por desacreditarlo.
El expresidente también criticó la reescritura del caso por parte de Smith, argumentando que las nuevas alegaciones buscan eludir la inmunidad presidencial dictada por la Corte Suprema en julio. Trump recordó que la Corte Suprema ya había establecido que los expresidentes tienen inmunidad para sus acciones oficiales, y sostuvo que la acusación actual no se ajusta a esa decisión.
Además, Trump hizo un llamado a los estadounidenses para que reconozcan estas “corruptas acusaciones” y se unan a él en su campaña, prometiendo una “abrumadora victoria” en las próximas elecciones. “Nunca me rendiré”, afirmó con firmeza en su mensaje.
Con una reescritura del caso que reduce las alegaciones originales, Trump ve este movimiento como una maniobra para desacreditarlo antes de las elecciones. La respuesta del exmandatario a la nueva acusación refuerza su postura de que se trata de una estrategia de distracción y manipulación por parte de sus opositores políticos.
Mientras tanto, el país sigue observando de cerca este desarrollo, con Trump destacándose como una figura central en el debate sobre la integridad del sistema judicial y la política electoral en Estados Unidos.
