En medio de crecientes tensiones comerciales, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, advirtió que Canadá podría considerar “otras opciones” en relación con el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) si México no aborda sus inquietudes sobre la influencia económica de China en su territorio.
Durante una conferencia de prensa en Toronto, Trudeau reiteró que la prioridad de su gobierno es defender los intereses de los trabajadores y la economía canadiense. Aseguró que Ottawa estaba “dejando todas las puertas abiertas” para proteger esos intereses, lo que dejó entrever posibles cambios en la dinámica del acuerdo comercial regional si México no toma medidas para frenar lo que Ottawa considera prácticas comerciales desleales.
“Lo ideal sería que lo hagamos como un mercado norteamericano unido”, comentó Trudeau, sugiriendo que preferiría mantener la unidad del T-MEC. Sin embargo, advirtió que, dependiendo de las decisiones de México, Canadá podría verse forzado a explorar “otras opciones”. Aunque no detalló cuáles serían esas opciones, la posibilidad de que Canadá busque un acuerdo bilateral con Estados Unidos bajo el liderazgo del presidente electo Donald Trump ya ha sido mencionada por otros líderes canadienses.
El tema central de las preocupaciones de Canadá es la inversión china en México, que, según el gobierno canadiense, está permitiendo que productos baratos de China ingresen al mercado norteamericano a través de México, eludiendo las normas comerciales del T-MEC. Esta práctica ha sido criticada por figuras como Doug Ford, primer ministro de Ontario, quien acusó a México de importar productos chinos y etiquetarlos como “hechos en México” para luego enviarlos a Canadá y Estados Unidos sin pagar los aranceles correspondientes.
Ford y otros líderes provinciales han insistido en que Canadá necesita un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, excluyendo a México del tratado. “Hay un consenso claro de que todo el mundo coincide en que necesitamos un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos y un acuerdo comercial bilateral por separado con México”, afirmó Ford.
El tema sigue siendo un punto álgido en la política canadiense, con sectores preocupados por el impacto en los empleos locales y la integridad de las normas comerciales dentro del T-MEC. Trudeau, por su parte, se mantiene firme en su posición de que lo mejor para América del Norte es seguir trabajando unidos para proteger los empleos de la región, pero dejó claro que Canadá no dudará en tomar medidas si las preocupaciones comerciales con México no son abordadas adecuadamente.
Este escenario abre una nueva fase en las negociaciones comerciales en América del Norte, donde Canadá busca garantizar condiciones justas para su economía, mientras que las tensiones sobre el comercio con China continúan siendo un desafío clave para la región.