Por: Andrés Timoteo. / columnista
Sorprendente caso. Aún con el repudio generalizado que provoca en todo el País, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa tiene seguidores en Veracruz que lo defienden y abogan por su pronta liberación. Son políticos y comunicadores nostálgicos que, desde su captura en el 2017, han vaticinado una estancia corta en prisión y hasta la extinción de las acusaciones penales. Claro, lo hacen más por deseo particular que por observar el sustento jurídico.
Primero dijeron que nunca lo iban atrapar, tras su huida en octubre del 2016. Luego, cuando fue detenido en Guatemala, que no lo podrían extraditar. Más tarde, cuando lo extraditaron, que sólo lo procesarían por unos pocos delitos insustanciales. Después, que los expedientes judiciales estaban mal hechos y que en breve tiempo serían sobreseídos -eliminados, pues-, y él se iba a dedicar a gozar de lo robado.
Hace unas semanas, algunos comenzaron a repicar la campana mediática de que ya estaba con un pie en la calle. Vaya, hasta un ‘fake news’ circuló en las redes sociales sobre su liberación. A nivel estatal, hubo quienes hasta pusieron fecha y hora de su salida del Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se encuentra internado. Nada sucedió, fue lo contrario.
Un juez capitalino lo acaba de vincular a proceso -o sea, admitir que hay razones jurídicas para considerarlo culpable, de tres delitos más: peculado, tráfico de influencias e incumplimiento de un deber legal-. Estos se suman a los señalamientos que ya tiene en el orden federal -y por los cuales fue extraditado-. El nuevo procesamiento judicial fue promovido por la Fiscalía de Veracruz.
Ello desbarata las tesis de los nostálgicos que se atrevieron a afirmar que Duarte de Ochoa pasaría una breve estancia en la cárcel y que incluso había un pacto de impunidad negociado por el mismo gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares. No lo hay y aún cuando a Duarte se le libere por las imputaciones federales, seguiría en la cárcel -trasladado a una estatal- por los juicios del orden local.
Es más, también se fincaría responsabilidad penal a Duarte por el delito de desaparición forzada. Por eso, hoy a los que festinaban una aparente impunidad para el cordobés se les congeló la sonrisa y se les esfumaron las esperanzas. Obvio, eso no les impide seguir añorando a Duarte, si hasta dicen que Veracruz estaba mejor con él.
ECOS DEL DEBATE
Las crónicas sobre el segundo debate entre los aspirantes a ocupar la silla de Los Pinos abundan en todos los espacios informativos. No hay ganador porque no hubo obuses demoledores contra ninguno de los participantes, aunque sí se tendrá que mover la plomada en las encuestas de opinión, sea mucho o poco, pero habrá un reacomodo de definiciones y preferencias.
También se confirmó que la competencia fue un duelo, entre el panista Ricardo Anaya Cortes y el morenista Andrés Manuel López Obrador. No fue gratuito que ambos acapararan los reflectores por su gresca mutua. Los especialistas en el coteo de menciones y ataques confirman que entre ambos estuvo la cresta de descalificaciones. El priista José Antonio Meade, estuvo relegado.
Es verdad que, con todo el apoyo del aparato de Estado, a Meade no se le puede dar por descartado porque el arrebato es el signo del priismo dinosáurico y tecnocrático, sobre todo en un País de galimatías como México, pero solo un fraude descomunal lo haría sentarse en la silla presidencial. Por lo pronto, sigue relegado en un tercer lugar y es probable que sea el único aspirante que no crezca. Por el momento, la percepción es que solo serán dos los ‘gallitos’ que llegarían a la final de la carrera comicial.
Del tabasqueño López Obrador se corroboró que es el rey de las ocurrencias, la mordacidad tropical lo convierte en el generador de memes para las redes sociales. Lo malo es que las redes sociales no votan aun cuando armen escándalos virtuales. Seguía como puntero antes del segundo debate y seguramente continuará así después, pero con una tendencia a reducirse, mucha o poca.
Más allá de los chistes, López Obrador se mostró -como alguien se lo dijo- desconocedor de los temas tratados, los internacionalistas, y recurrió a los lugares comunes -léase corrupción, “mafia del poder” y otros- por no saber nada de relaciones exteriores y la conexión con el mundo. Es un político anclado en los años sesenta, y no por la edad sino por las ideas.
El panista Anaya Cortes fue el más golpeado en las redes sociales por los seguidores de López Obrador, lo que tampoco es algo que deba pasar inadvertido, dicen los expertos. Le reclaman, por ejemplo, que fue el “gallito de pelea” al grado de ponérsele enfrente al tabasqueño en plan retador e invadiendo el espacio personal. Esa imagen es, quizás, la que resume la contienda presidencial del 2018.
Con el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, llamado “El Bronco”, no hay que desperdiciar ni tiempo ni tinta. En este segundo debate no hubo propuestas extraordinarias ni agarrones de antología ni mucho menos alguien salió defenestrado, pero sirve para dar un atisbo de cada uno de los contendientes y avanzar en la respectiva eliminación en cada ciudadano rumbo al día de la votación.
Por supuesto, el formato quedó a deber, las preguntas del público fueron escasas y desabridas. Un esquema desaprovechado. Lo peor fue el protagonismo excesivo de los moderadores quienes por momentos pretendieron ser el centro del debate. Vanidosos y malos moderadores.
CUARTA SEMANA
En Veracruz ya corre la cuarta semana de campaña por la gubernatura. En ese lapso ya hubo dos debates y los cuatro candidatos también se han presentado en foros empresariales y universidades para exponer sus propuestas. En estos 25 días también han recorrido decenas de municipios. La mayoría de los eventos masivos han sido del candidato de la alianza “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Lo sigue el postulado por la coalición “Juntos haremos historia”, Cuitláhuac García Jiménez, con el acotamiento de que las asambleas multitudinarias en las que ha participado son las organizadas para el candidato presidencial de Morena, López Obrador. Los que han tenido eventos modestos son José Yunes Zorrilla, de la alianza “Por un Veracruz mejor” -solo ha tenido tres eventos numerosos, incluido el de inicio de campaña- y Miriam Judith González Sheridan del Panal.
Los números se han movido poco y casi a la mitad del periodo proselitismo, el boqueño Yunes Márquez y el xalapeño García Jiménez, así en ese orden, continúan como punteros. Entre ambos hay una brecha de entre seis y doce puntos, según las diferentes mediciones demoscópicas que se conocen. En un lejano tercer sitio está Yunes Zorrilla con un abismo de entre 15 y 20 puntos de distancia de los predominantes. A partir del fin de semana solo quedará un mes y se ensancharán distancias, según la expectativa.
EL ‘COMPLÓ’
DE LOS ROMERO
En este contexto, a nivel local los hermanos Enrique y Dulce María Romero Aquino, ambos exalcaldes de Camerino Z. Mendoza, acaban de salir a la prensa para acusar a todos: desde el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) hasta al arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, de armar un complot -‘compló’, como dice el Peje López Obrador- para sacar a la exalcaldesa mendocina de la candidatura de Morena a la diputación local.
Lo anterior porque en días pasados el TEV desahogó una queja interpuesta por María Candelas Francisco Doce por la nominación indebida de Romero Aquino, exmilitante del PRD, pues esa postulación correspondía al Partido Encuentro Social (PES) que va aliado con Morena y con el Partido del Trabajo en coalición. El TEV le dio la razón a Francisco Doce y ordenó que se le devolviera la postulación.
Eso hizo estallar a los Romero Aquino, quienes pretenden reconstruir su feudo político que alguna vez tuvieron en Ciudad Mendoza y culpabilizaron a todos, con la teoría de que el arzobispo Reyes Larios pactó con el dirigente estatal del PES, Gonzalo Guízar Valladares para ‘tumbarla’ de la candidatura y meter un ‘Caballo de Troya’, como define a la abanderada restituida.
Lo que no dicen los Romero es que Dulce María se quiso agandallar la nominación a la mala, saltándose el acuerdo de coalición, para buscar la Diputación Local. Tampoco que la queja en el TEV fue una cuestión interna, es decir, la interpuso una militante del PES, el partido coaligado con Morena, no hubo actores externos en ese proceso de impugnación. Viendo que el “hueso” se les aleja, los Romero gritan y manotean. No se resignan a seguir en la banca y fuera del presupuesto.
DÍA DE CÓLERA
Ayer fue un día de cólera humana y meteorológica en París. Por la mañana una protesta de 20 mil burócratas -140 mil en todo el País- que repudian las medidas del presidente francés Emmanuel Macron para reducir puestos de trabajo y prestaciones laborales. La manifestación semiparalizó la capital gala, pues maestros, policías, médicos, enfermeras, controladores aéreos y otros trabajadores gubernamentales se unieron a la manifestación.
Hubo un centenar de detenidos por los desmanes provocados. Es la tercera huelga general contra la administración macronista cuyo encanto generado entre la población harta de los partidos tradicionales la empujó al triunfo electoral del 2016. Pero la ensoñación ya se desvaneció. Las políticas económicas y sociales de Macron y su nuevo partido La République en Marche (LRM) (La República en Marcha) se ha ganado el repudio popular a pulso.
Por la tarde, una tempestad con granizo azotó la ciudad provocando inundaciones en calles y la paralización del metro parisino pues varias estaciones quedaron bajo el agua. Una tormenta rara para el mes de mayo y que es signo del cambio climático que desordena hasta las ciudades más mayestáticas.