Orizaba.- El primer trasplante de órganos realizado a principios de este año dio vida a una persona originaria de Tuxpanguillo.
La ama de casa, Gloria Imelda, señaló: “después de seis años en lista de espera del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), me donaron un riñón y hoy para muchos como yo es un nuevo comienzo de vida”, señaló.
Tras una llamada que cambió su vida, luego de presentar problemas de salud durante dos décadas, finalmente recibió el apoyo.
Desde los 14 años de edad conoció lo que es dejar de lado sueños y juegos, ya que las molestias físicas la limitaron para realizar muchas actividades que esa edad son imprescindibles.
Fueron muchos años de visitas a médicos y recibir tratamientos los que debió pasar, sin determinar el origen de sus males finalmente llegó al diagnóstico de una insuficiencia renal, aparentemente asociada con artritis de Takayasu.
Solicitó ser incluida en la lista de espera del Cenatra; tras varios estudios realizados como candidata además de dos personas más, le notificaron la posibilidad de recibir un riñón cadavérico proveniente de Xalapa.
“Desperté con un riñón nuevo, mi cuerpo lo aceptó y luego de tres meses sin salir de mi cuarto para evitar infecciones, hoy me siento bien y agradecida con la institución, así como con mi familia”, refirió.
DAFFNI ROJAS
El Buen Tono
