Agencias
México.- El alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, de 43 años, fue encontrado decapitado seis días después de asumir el cargo, tras reunirse con miembros del grupo criminal “Los Ardillos”. La reunión se llevó a cabo sin vigilancia, y fuentes del gobierno federal sugieren que una discrepancia con los líderes del grupo criminal, los hermanos Celso e Iván Ortega Jiménez, pudo haber motivado su ejecución. El cuerpo de Arcos fue hallado dentro de una camioneta en la colonia Villa del Roble, una táctica que Los Ardillos han utilizado previamente para enviar mensajes de terror.
Tras el macabro hallazgo, la ciudad de Chilpancingo amaneció paralizada, con la suspensión de clases en escuelas y la interrupción parcial del transporte público. Los directores de escuelas cancelaron las actividades educativas para proteger a la comunidad escolar, mientras que muchos choferes decidieron no trabajar por miedo a la violencia. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de la ciudad, Omar Elías Azar, informó que hasta el 15% de los comercios cerraron, reflejando el temor generalizado entre la población.
Durante el funeral de Arcos, que se celebró en el barrio de la Santa Cruz, se generó un ambiente tenso, con la exalcaldesa Norma Otilia Hernández siendo abucheada y acusada de complicidad. A pesar de que el gobierno estatal, encabezado por la morenista Evelyn Salgado, no envió representantes al sepelio, el líder estatal del PRD demandó que la Fiscalía General de la República investigue el crimen. La situación de seguridad en Chilpancingo es crítica, y se han solicitado medidas urgentes al gobierno federal para restaurar la paz en la región.