México, D.F.- La definida por muchos como “histórica” votación de la Asamblea General de la ONU del pasado 29 de noviembre declarando Palestina como Estado Observador ha supuesto un enorme impulso moral, diplomático y mediático para el pueblo palestino. Pero en el terreno, o lo que es lo mismo, en el día a día, sin embargo nada ha cambiado.
La iniciativa palestina ha enfurecido al Gobierno israelí que amenaza con represalias. De momento, aprobó la construcción de tres mil casas más en Cisjordania y Jerusalén Este -donde los palestinos aspiran declarar la capital de su futuro Estado- y en el proyecto E1 que conecta a la ciudad con el asentamiento de Maale Adumim.
“El presidente palestino Abu Mazen acudió a la ONU de forma unilateral violando todos los acuerdos firmados, por lo que Israel está ahora libre de cualquier compromiso”, afirmaron a este periodista fuentes del Gobierno de Benjamin Netanyahu mientras el portavoz de Abu Mazen, Nabil Abu Rudeina replicaba desde Ramala a la represalia israelí: “Es una bofetada al mundo que votó a favor de un Estado palestino. La construcción es ilegal y profundizará el aislamiento de Israel”.
agencias