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París.- En uno de los momentos más polémicos de los Juegos Olímpicos de París 2024, el boxeo se ha convertido en el epicentro de una controversia que ha captado la atención internacional. La argelina Imane Khelif, quien debutó en la división femenina con una impactante victoria, está en el centro de un torbellino de críticas y debates.
Este jueves, Khelif se enfrentó a la italiana Angela Carini en un combate que duró menos de un minuto. Tras recibir un brutal golpe de derecha a la cabeza, Carini decidió abandonar la pelea, concediendo una victoria rápida y contundente a Khelif. Sin embargo, esta derrota ha desencadenado un torrente de cuestionamientos, especialmente en Italia.
La controversia en torno a Khelif no es nueva. Los exámenes médicos previos a los Juegos Olímpicos revelaron altos niveles de testosterona y un cromosoma XY, lo que ha llevado a muchos a cuestionar su elegibilidad para competir en la categoría femenina. No obstante, se ha desmentido que Khelif sea una persona transexual; se trata de una condición llamada hiperandrogenismo, que le da un aspecto masculino y afecta sus niveles hormonales.
Las críticas se han intensificado con las declaraciones de la boxeadora mexicana Brianda Tamara Cruz, quien sufrió una dura golpiza a manos de Khelif durante las Finales de la Golden Belt Series en Guadalajara a finales de 2022. En un artículo reciente de La Gazzetta dello Sport, Cruz expresó su preocupación por la disparidad en la competencia. “Cuando peleé con ella, lo sentí muy fuera de mi alcance, me lastimaban mucho sus golpes. Nunca en mis 13 años de boxeadora me había sentido así, ni en mis sparrings con hombres. Gracias a Dios, ese día bajé con bien del ring y qué bueno que por fin se dieron cuenta”, afirmó Cruz.
Estas declaraciones se suman a las preocupaciones anteriores sobre la integridad de las competiciones deportivas. La Asociación Internacional de Boxeo ya había expuesto en 2023 que varios deportistas intentaron engañar a sus compañeras haciéndose pasar por mujeres, aumentando el escrutinio sobre la elegibilidad de competidores como Khelif.
La polémica sigue creciendo, y el debate sobre la equidad en el deporte femenino se intensifica. Mientras tanto, los Juegos Olímpicos de París 2024 continúan siendo testigos de esta creciente controversia, que plantea preguntas cruciales sobre la regulación y la justicia en el ámbito deportivo.
