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Cerralvo, Nuevo León — La tarde del jueves 18 de julio, la vida de una niña de apenas 11 años fue abruptamente truncada en una tragedia que ha conmovido a la comunidad de Cerralvo. Daniela, quien salió de su hogar para reunirse con una tía en el centro de la localidad, fue secuestrada y asesinada en un acto de extrema violencia que ha dejado a sus seres queridos devastados.
Según los informes, Daniela fue abordada por un vehículo Dodge Stratus blanco justo a la vuelta de su casa. A pesar de los esfuerzos desesperados de su familia por localizarla, el cuerpo de la menor fue encontrado al día siguiente a unos 40 kilómetros de distancia del lugar del secuestro. La noticia del hallazgo fue confirmada por las autoridades locales, quienes están realizando una exhaustiva investigación para dar con los responsables de este atroz crimen.
En la escena del crimen, los vecinos descubrieron una sandalia rosa y una sombrilla, pertenecientes a Daniela, abandonadas en la calle. Estos objetos han servido como dolorosos recordatorios de la tragedia que se ha llevado a la niña, dejando un vacío profundo en su comunidad.
Severino de Hoyos Alanís, padrastro de Daniela, quien reside en Edinburg, Texas, expresó su angustia y desolación tras conocer el secuestro de su hijastra. “Me quitaron parte de mi corazón,” afirmó Hoyos Alanís, visiblemente afectado por el dolor. Este trágico evento se suma al sufrimiento previo de su esposa María Guadalupe, quien ya había enfrentado la pérdida de otro hijo en 2023.
La tragedia de Daniela ha generado una ola de tristeza y preocupación en la comunidad de Cerralvo, que clama por justicia y por el esclarecimiento de los hechos. Mientras tanto, la familia llora la pérdida de una niña cuyo futuro prometedor fue arrebatado de manera brutal.
