AGENCIA
Internacional.- En Indonesia, una catástrofe natural sin precedentes ha dejado una estela de destrucción y tragedia. Lo que comenzó como una inundación repentina desatada por torrenciales lluvias se convirtió en una pesadilla cuando un volcán cercano añadió su propia carga de devastación.
Familias completas fueron arrolladas por una gran inundación, con casas enteras arrastradas por la fuerza del agua. Las calles se convirtieron en ríos impetuosos, llevándose consigo la vida y los bienes de quienes estaban atrapados en su furia acuática.
Sin embargo, la tragedia no se detuvo ahí. En medio del caos, la tierra misma rugió con furia cuando un volcán cercano entró en erupción, enviando una avalancha de lava fría desde la montaña, consumiendo todo a su paso.
La combinación de agua y fuego creó un panorama apocalíptico, forzando a los habitantes locales a una lucha desesperada por la supervivencia. Más de 50 personas perdieron la vida en este fenómeno natural, según informes locales.
Los sobrevivientes, traumatizados pero vivos, relatan que no tuvieron tiempo de correr y ahora buscan desesperadamente a sus familiares desaparecidos. La comunidad local se encuentra en shock y se está llevando a cabo una masiva operación de rescate mientras el país intenta hacer frente a esta doble tragedia.