Este sábado, una tragedia sacudió el estado de Bahía, al nordeste de Brasil, con la caída de un avión de pequeño porte en una zona boscosa. Tres personas perdieron la vida en este fatídico accidente, según informaron fuentes oficiales.
La avioneta se precipitó a tan solo un kilómetro del lugar desde donde había despegado, en el municipio de Barreiras. A pesar de los esfuerzos del Cuerpo de Bomberos, las labores de rescate de los cuerpos se han visto dificultadas debido al área boscosa y de difícil acceso donde yace la aeronave, cerca de la Asociación Brasileña Aerodeportiva, un aeródromo ubicado a unos seis kilómetros de la ciudad.
Según medios locales, las víctimas fatales son un padre y su hijo, ambos adultos, junto con el piloto de la aeronave, todos residentes de la ciudad de Ilhéus, situada en el sur de Bahía.
Las autoridades han informado que el avión despegó en la mañana del sábado sin inconvenientes aparentes, pero lamentablemente, permaneció en el aire menos de 30 minutos antes de estrellarse.
Aunque las circunstancias del accidente aún están bajo investigación, se sospecha que un problema durante el despegue pudo haber desencadenado la tragedia. Este triste suceso deja una vez más en evidencia la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad en el transporte aéreo.