Agencia
Culiacán, Sinaloa.- Las ráfagas de armas de fuego registradas ayer por la mañana en la colonia Stanza Torralba, Culiacán, Sinaloa, generaron pánico entre alumnos y maestros de la primaria Eduardo Caldera Ramírez, quienes tuvieron que aplicar protocolos de seguridad.
El ataque ocurrió alrededor de las 10:00 a.m., cuando un grupo armado tiroteó un puesto de hamburguesas ubicado en la calle San Andrés Apóstol, a siete cuadras del plantel escolar. En el lugar fueron hallados más de 20 casquillos percutidos.
Ante las detonaciones, los docentes solicitaron a los niños ocultarse debajo de sus pupitres. “Escuchamos ráfagas de armas, los maestros implementaron el protocolo. Algunos padres vinieron por los niños, pero a los demás los protegimos”, explicó el director de la escuela, Leonel Arenas Medina.
Aunque los disparos no duraron más de un minuto, la tensión se prolongó por horas. Los menores, algunos visiblemente afectados, comentaron entre ellos lo ocurrido. Según el director, esta situación ha llevado a considerar la posibilidad de volver a clases en línea, una medida que ya se ha aplicado en días previos debido a la violencia generada por la disputa entre Los Chapitos y Los Mayitos, facciones del cártel de Sinaloa.
Por la tarde, los hechos violentos continuaron. En la comunidad de El Ranchito, presuntos criminales atacaron e incendiaron un centro de rehabilitación para adictos. Aunque las llamas consumieron las instalaciones y varios vehículos, no se reportaron heridos.
Simultáneamente, se registraron otros incidentes en la misma zona, incluyendo el ataque a tiros y la quema de una casa abandonada, así como de un residencial en construcción. En la Isla Cortés de Nuevo Altata, un restaurante también fue incendiado, aunque hasta el cierre de esta edición no se había confirmado si fue intencional.
La ola de violencia en Culiacán sigue afectando a comunidades, dejando en evidencia la creciente inseguridad que persiste en el estado.