Como la historia de Blanca Nieves la “doctora” Mireya Toto cada día se pregunta: “¡Espejito, espejito ¿Quién es la más bella de este reino…?
“¡Tuuuuú!
Desde luego que la petición la hace no sin antes exigir a su secretario particular le tenga listo su cepillo de dientes con generosa pasta Colgate; que su secretaria privada tenga a la mano el instrumental para pintar las uñas a tan delicados pies, que la otra secre le dé masaje en la espalda y extremidades para que no se ponga de mal humor y que los que tiene contratados como chofer y asistente hayan terminado la limpieza de la casa, pero bien limpia: “¡hay que limpiarla de rodillas!”, les grita ¡Faltaba más!
Y sí.
La de Toto parece un cuento de Disney que no lo es tanto luego de escuchar las más brutales historias de explotación contra los trabajadores a su servicio.
Mireya Toto Gutiérrez, quien se desempeña como titular de la Comisión Estatal para la Atención Integral de las Víctimas del Delito -dice el enterado periodista José Ortiz Medina- tiene en sus trabajadores a las “verdaderas víctimas”.
30 profesionistas han pasado a cuchillo -del 10 de junio del 2012 a la fecha- por no resistir sus caprichos que van desde el maltrato hasta la humillación, no sin antes ordeñarles sus salarios “porque estos inútiles no merecen ganar tanto”.
A sus empleados les paga con cheque, sin mostrarles el monto real de la póliza, esto es firman por 10 mil cuando en realidad tramita por 25 mil pesos y al pagar en efectivo esos sobrantitos van a su bolsillo.
Pero ¿Cómo es que ésta déspota funcionaria que depende de la Secretaría de Gobierno ha logrado sobrevivir a pesar del desorden y escándalo que tiene en su entorno laboral en donde ya se presentaron denuncias por escrito con copia al gobernador Javier Duarte?
Pues simple y llanamente porque hasta el día que fue despedida Gina Domínguez, la Toto gozaba del manto protector.
Ya después se arropó en el grupo “Arcoíris” en donde se cobija al amparo de su “amiga” la Subprocuradora Consuelo Lagunas, gran traidora e infidente contra Amadeo Flores Espinoza.
Su entramado lo tiene tan protegido que la mala de la historia de Blanca Nieves no ha tenido el menor empacho en tomar el pelo de manera reiterada a su jefe Erick Lagos y al gobernador Duarte, cada que rinde parte de actividades en donde da cuenta que atiende un promedio diario de 80 víctimas del delito.
Hecho público en la prensa estatal la distinguida y avezada “doctora” presume que en el primer año de ejercicio “ha atendido a más 5 mil víctimas del delito…”
Y eso que no tiene varita mágica.
Con una decena de colaboradores -que más se dedican a la limpieza de su casa y atender sus placeres mundanos, le encanta el vino francés- hace milagros al atender a tanta víctima, 80 diarios.
Pero sí.
Ella puede eso y más ya que nunca deja salir a sus trabajadores de sus oficinas y de su modesto hogar en Las Animas en donde pasa la mayor parte del día.
La realidad, sin embargo, denunciada por sus colaboradores, es que la Toto tiene un staff de recortadores de notas periodísticas de víctimas de abusos sexuales, intrafamiliares, denuncias por personas no localizadas y con ello arma voluminosos expedientes que presenta como casos atendidos.
La Comisión Estatal para la Atención Integral de las Víctimas es pues una instancia de papel periódico que solo ha servido para enriquecimiento de su titular y echar en saco roto la Ley General de Víctimas y la que se encarga de prevenir, atender, combatir, sancionar y erradicar la trata de personas y víctimas de violencia.
Ello amén de pasarse por el arco del triunfo los protocolos de atención…
Así, hoy el entramado de corrupción de Mireya Toto Gutiérrez revela, luego que el portal “Versiones”, uno de los más leídos de internet en Veracruz, da cuenta del maltrato sicológico, los abusos de poder y la explotación de los profesionistas que trabajan para ella, pero de veladores afuera de su casa “ya que por las noches me siento muy sola”.
Mireya está convencida que fue hecha a mano.
Desde que tomó posesión tras firmar el ejecutivo del estado el decreto con el que se crea este organismo público descentralizado y sectorizado a la Secretaría de Gobierno de Veracruz, han sufrido atropellos más de 30 profesionales en su mayoría titulados y con reconocido prestigio.
Desde personal administrativo y de sistemas, abogados, sicólogos, contadores y choferes -porque ha de saber usted que el último chofer que la llevaba a una gira, abandonó el vehículo y a la dama en plena carretera luego de recibir una andanada de insultos-.
El caso es que esa treintena han renunciado cansados de malos tratos y el modito de la princesa… de 73 años.
Cinco de ellos, incluso, se atrevieron a la denuncia pública como paso previo a la ministerial.
Una de ellas revela que pasó 19 días no en la oficina de la Comisión, sino en la residencia de la jefa haciendo labores domésticas y otra, recepcionista, migró de recepcionista a empleada doméstica porque así lo ordenó la señora.
Frases como “Eres una tonta”, “eres un inútil”, “no sabes hacer las cosas”, “no sirves para nada” eran recurrentes en los reclamos de la Toto.
Desde luego que la habilidad para moverse en el aparato le ha resultado su mejor arma.
Ha vendido la idea de que contiene a la prensa de los ataques contra el gobierno y se la han comprado.
Ello le permite hacer lo que le da la gana en su oficina en donde con señalada habilidad convoca a profesionales a quienes promete jugosos salarios, los invita a eventos de gobierno y los presenta como los más destacados en su materia para que el cabo de semanas ante el vacío de su oficina termina hostilizándolos y encomendándoles tareas de limpieza o como choferes.
Las denuncias ahí están.
Los hechos hablan por sí mismos… pero cuál es el problema, si vivimos no en el país del nunca jamás, sino en el de ¡aquí no pasa nada!
Tiempo al tiempo.