En el horizonte de Nuevo León se alza majestuosa la Torre Rise, un rascacielos que redefine el panorama urbano de América Latina. Con 475 metros de altura, 99 pisos, y una asombrosa combinación de más de 4,300 metros cuadrados de áreas verdes y 8,000 metros cuadrados de amenidades, este coloso arquitectónico promete ser el edificio más alto de la región, el segundo en el continente y el decimotercero a nivel mundial.
Esta obra maestra, presentada como parte de los festejos del Bicentenario de Nuevo León, se prevé que esté completa para el año 2026, según la Secretaría de Turismo estatal. Maricarmen Martínez, titular de turismo, enfatiza que la Torre Rise no solo será un hito arquitectónico, sino también un punto de encuentro para locales y visitantes, una fusión emblemática de modernidad y tradición.
Desde su privilegiado mirador de 360 grados, la Torre Rise ofrecerá vistas panorámicas que abarcan el Cerro de la Silla, La Huasteca y el Cerro de las Mitras, consolidándose como la estructura más alta del país, superando a renombrados hitos globales como las Torres Petronas, el Central Park Tower, la CN Tower y otros.
La distribución interna del rascacielos revela una planificación meticulosa: 10 pisos destinados a un hotel de lujo, 40 pisos de oficinas de vanguardia, 20 pisos para exclusivos departamentos, un restaurante de primer nivel, un skydeck de tres pisos, dos pisos de centros comerciales, 15 pisos de estacionamiento y 5 sótanos. Además, el Gran Parque Central, con sus 4,300 metros cuadrados de áreas verdes, será un pulmón verde en medio de la metrópoli, ofreciendo un oasis en la verticalidad urbana.
Lo más notable es el compromiso con la sostenibilidad y el bienestar. La Torre Rise buscará obtener las más altas certificaciones a nivel mundial en áreas como sustentabilidad, salud y bienestar, ahorro de energía y gestión de recursos. Este enfoque pionero abarcará todos los aspectos, desde hospitalidad hasta vivienda y oficinas, creando un entorno que fomente un desarrollo integral y una calidad de vida excepcional.
Los constructores y el gobierno estatal vislumbran a la Torre Rise como un imán social y económico, un epicentro de vida y entretenimiento equiparable a las grandes capitales globales. Nuevo León se proyecta como un estado cosmopolita, abrazando la vanguardia e innovación a través de este coloso que, sin duda, se convertirá en el ícono indiscutible de la modernidad latinoamericana. La Torre Rise no solo rompe récords de altura, sino que también simboliza un paso audaz hacia el futuro de la arquitectura y la vida urbana en la región.