Un tornado devastador azotó el sábado la ciudad de Guangzhou, un importante núcleo urbano y económico del sur de China con 19 millones de habitantes, dejando un saldo de al menos cinco muertos y 33 heridos. Según informes de la agencia estatal Xinhua, el fenómeno, que no afectó zonas residenciales, dañó gravemente 141 edificaciones industriales.
El tornado, de intensidad nivel tres en una escala de cinco, se produjo cerca del distrito de Baiyun, a unos 130 kilómetros de Hong Kong. La estación meteorológica de Liangtian registró ráfagas de viento que alcanzaron los 20.6 metros por segundo. Las operaciones de búsqueda y rescate concluyeron a las 10 pm del mismo día.
Este desastre natural se suma a una serie de lluvias torrenciales que han golpeado el sur de China durante la última semana, causando inundaciones mortales que ya han cobrado al menos cuatro vidas en la provincia de Guangdong y han desplazado a más de 110,000 personas. Estos eventos climáticos extremos están exacerbados por la crisis climática, que, según los científicos, seguirá intensificando la frecuencia y severidad de estas catástrofes.
La Agencia Meteorológica de China advierte que las fuertes lluvias y tormentas podrían continuar hasta finales de mes, lo que plantea un desafío continuo para los equipos de rescate y las autoridades locales en una de las regiones más densamente pobladas y productivas del país.
