El Explorer of the Seas, un crucero de Royal Caribbean, vivió un episodio aterrador el pasado 7 de noviembre, cuando una inesperada tormenta con vientos huracanados de hasta 138 km/h sorprendió a los más de 5,000 pasajeros a bordo. El barco, que navegaba en ruta de Barcelona a Miami, se inclinó hasta 45 grados, provocando momentos de pánico entre los viajeros.
Testimonios de Terror a Bordo
Pasajeros que presenciaron el evento compartieron sus aterradoras experiencias. Jonathan Parrish, uno de los viajeros, relató que se encontraba disfrutando de un espectáculo en el teatro cuando de repente el barco dio un viraje brusco. “El espectáculo se detuvo, y al salir, vimos botellas y mercancías desparramadas por el suelo. Fue aterrador”, comentó Parrish. Otros pasajeros describieron cómo muebles, vasos y hasta un piano de cola fueron arrastrados por el suelo mientras los pasajeros gritaban en pánico.
Al principio, algunos intentaron calmarse pensando que se trataba de un efecto especial, pero al ver la reacción del personal, pronto comprendieron que la situación era grave. Los videos captados por los viajeros mostraban a los pasajeros buscando refugio mientras los objetos volaban por el aire, y algunos incluso enviaron mensajes de despedida temiendo lo peor.
Medidas de Emergencia y Escala en Las Palmas
Ante el caos, el capitán del barco ordenó que todos los pasajeros regresaran a sus camarotes mientras la tripulación activaba los protocolos de seguridad. Un pasajero resultó herido y requirió atención médica, lo que llevó al crucero a hacer una escala de emergencia en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, en Gran Canaria.
Royal Caribbean informó que tras el incidente, se realizaron inspecciones exhaustivas para evaluar los daños y asegurar que el barco estaba en condiciones seguras antes de retomar su trayecto hacia Miami. Aunque el Explorer of the Seas reanudó su ruta tres días después, algunos pasajeros decidieron no continuar y volaron directamente a su destino.
Este suceso, ocurrido en medio de un viaje de 12 noches, ha dejado una huella en la historia de los cruceros, donde los estrictos protocolos de seguridad no siempre pueden prever fenómenos naturales tan intensos. Sin embargo, la rápida respuesta del capitán y la tripulación, sumada a las medidas de emergencia, lograron evitar una tragedia mayor.