Córdoba.- El alcalde Tomás Ríos no ha denunciado todas las raterías que hicieron en la administración anterior, y todo porque para tener la lengua larga hay que tener la cola corta y Tomás ¡hasta se la pisa!
Su secretario del Ayuntamiento se justifica con argumentos que sólo convence a quienes cargan un ¡cerebro escaso! Argumenta que le dejaron todas las computadoras en blanco, asegura que les borraron toda la información de la pasada administración de Portilla, que los archivos donde está toda la contabilidad la dejaron hecha un desorden en la azotea y que por lo tanto es casi imposible revisar si pagaron obras a las constructoras y estas ¡no las realizaron!
Pero lo que no recuerda el mentiroso y tramposo secretario, Rodolfo De Gasperín Gasperín, es que existe un protocolo donde se firma un acta donde se hace la entrega-recepción de la contabilidad y los activos del Ayuntamiento y, por lo tanto, sino les entregaron nada y toda la información se la borraron a las computadoras, entonces ¿por qué Tomás y su equipo firmó de recibida la entrega de toda esa información de la pasada administración? ¡A otros con esos cuentos!
Que vaya a engañar con estas estúpidas justificaciones a la mamá de Fox, que allá en su tumba igual y le cree. El caso es que llegaron a ser los alcahuetes de Portilla y todo lo que nos robaron a los cordobeses será impunemente olvidado y ¡jamás castigado!
Todo porque estos viejos panistas son igual de rateros que aquellos priistas que ya se fueron con los bolsillos llenos del dinero que debió haber sido invertido en esta nuestra ciudad, dinero producto de los impuestos que todos los cordobeses pagamos, impuestos que nos cobran hasta en el Súper Vecino cuando compramos un refresco. Todo mundo paga impuestos, unos más que otros. Lo indignante es que llegue quien llegue, sin importar el partido, entran a robar y la ciudad sigue estancada, al grado de tenernos hasta ¡sin basurero!
El Buen Tono
