
El Estadio Universitario fue escenario de un encuentro lleno de tensión y emoción, en el que Tigres y Cruz Azul disputaron el partido de ida de las semifinales de la Copa de Campeones de la Concacaf. El empate 1-1 deja la serie completamente abierta para el partido de vuelta en la Ciudad de México, donde se decidirá quién tendrá el privilegio de acceder a la gran final.
Desde el inicio, ambos equipos mostraron un nivel de juego competitivo, pero las ocasiones claras fueron limitadas. El primer tiempo transcurrió sin demasiados sobresaltos, aunque con algunos momentos destacados. En el lado de Cruz Azul, Gabriel Fernández intentó una espectacular ‘chilena’, que fue anulada por el árbitro por juego peligroso. Mientras tanto, Tigres también tuvo su oportunidad en un centro de Fernando Gorriarán, que Jesús Orozco rechazó, y un remate de Joaquim Pereira que se fue muy alto.
La mayor acción defensiva fue protagonizada por Javier Aquino, quien evitó que Ángel Sepúlveda, de Cruz Azul, llegara al balón en una jugada que podría haber terminado en gol para los visitantes. Sin embargo, la falta de claridad y precisión en los últimos metros impidió que ambos equipos se adelantaran en el marcador durante los primeros 45 minutos.
En la segunda mitad, el partido mantuvo la misma dinámica de imprecisiones, pero finalmente salió de su letargo al minuto 68. Un centro aéreo al área de Tigres fue despejado de cabeza por Ángel Sepúlveda, quien habilitó a Rodolfo Rotondi para que rematara con fuerza y abriera el marcador 0-1 a favor de Cruz Azul.
Tigres reaccionó rápidamente y estuvo cerca del empate en el minuto 80. Sebastián Córdova peleó un balón para Nicolás Ibáñez, quien, lamentablemente para los regios, falló al momento de rematar. Parecía que la oportunidad se desvanecía, pero tres minutos después, un tiro libre ejecutado por Juan Brunetta encontró a Juan José Purata, quien con un preciso cabezazo, colocó el 1-1 en el marcador y dio esperanza a los locales.
Este empate deja a Cruz Azul con una ligera ventaja gracias al gol de visitante, lo que significa que los dirigidos por Raúl Gutiérrez pueden clasificar a la final con una victoria o incluso con un empate sin goles en el partido de vuelta. Por su parte, Tigres deberá ganar por cualquier marcador o empatar por dos goles o más para asegurar su pase directo a la gran final.
La serie está al rojo vivo, y todo se definirá en la siguiente semana, donde se esperan más emociones y un duelo sin cuartel en el Estadio Azteca.
