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TIEMPO DEL CIUDADANO

Superiberia

Vaya noticia tan grata: ¡Se acabaron las campañas! Por fin llegó a su fin el período de proselitismo electoral y desde ayer jueves los candidatos a cargos de elección popular  y dirigentes de partidos políticos, están obligados a guardar silencio mediático, al menos en los espacios tradicionales de la  prensa, pues en las redes sociales seguirá la guerra entre los contendientes. La web no está suficientemente regulada por las leyes y ahí se dará la batalla virtual hasta el último minuto.

 Sin embargo, el tapete mediático está  apaciguado y a la vez, está finiquitado el tiempo de los candidatos. Ahora es tiempo de los ciudadanos. Son ellos los protagonistas de la elección más disputada en la historia de Veracruz. Claro, a estas alturas la mayoría de los veracruzanos ya tiene decidido su voto, aunque muchos no lo hayan expresado en las encuestas levantadas que trataron de anticipar posibles resultados para el 5 de junio. Los que no hayan tomado una decisión aún,  tienen,  desde ayer, 72 horas para definir al beneficiario del sufragio.

 Una cosa deben tener en cuenta todos los convocados a las urnas comiciales: el voto es un instrumento poderoso que puede cambiar las cosas, como lo dice el poeta argentino Rubén Edgardo, que lo compara con un arma: “Cuánta insensibilidad/ de quienes hoy nos gobiernan,/ les pedimos una mano/ y nos amputan las piernas./ Somos para ellos un número/ y no mucho más que eso/ cuando pasan los comicios/ ya no valemos un peso./ Aman el ‘úselo y tírelo’/ como infaltable premisa/ mientras nosotros sufrimos/ ellos se mueren de risa./ No valemos más que un voto,/ pero ese voto es una bala./ Si disparamos todos al unísono/ les daremos retirada.”

 La última frase, por supuesto,  podría ser sustituida con una expresión mexicana que encaja perfectamente en la rima: “se los carga la chin…”, ¿no creen? Entonces,  pasado mañana todos deben tener listo su voto en la mano: ¡preparen…/ apunten…/ y fuego!…/ contra los que han fallado, los que han robado, los que han traicionado. El voto es una bala, es cierto, y los veracruzanos tienen que disparar en defensa propia.

 También, siempre hay que  mirarse en el espejo de la historia y lo que sucede actualmente en Veracruz es similar, guardando las respectivas distancias,  a lo que ocurrió hace casi 30 años en Chile, que acabó con la dictadura de Augusto Pinochet. El militar que había gobernado el país a sangre y fuego desde 1973, pretendía postularse nuevamente a las elecciones presidenciales del año siguiente, pero cayó en su propia trampa, pues en Constitución Política decretada en 1980, se dispuso de la opción para celebrar un plebiscito y que los ciudadanos dijeran si el dictador podría participar o no en los comicios de 1989.

 Después de 15 años de dictadura, los chilenos no desaprovecharon la oportunidad de escarmentar a Pinochet y su régimen de muerte. Ellos emprendieron  la llamada “Cruzada por el NO”, que aglutinó no sólo a los activistas defensores de derechos humanos, a militantes y dirigentes de partidos de izquierda, centro y centro-izquierda,  sino también  a religiosos de las iglesias católicas y evangelistas, artistas, músicos, sindicalistas e integrantes de centrales agrarias, para convencer a la ciudadanía sobre la necesidad de un cambio político, hacerla que se inscribiera en los padrones del referéndum y también que apoyara en la vigilancia de los mismos.

 ¿Hubo fraude en el plebiscito? Por supuesto, el gobierno de Pinochet hizo todo lo posible para tratar de orientar el resultado e incluso se apoyó en las fuerzas armadas y cada soldado votó varias veces, además de que en algunas regiones fue sembrado el terror para tratar de  evitar que los ciudadanos salieran a participar en el referéndum, pero aún así perdió. El día del plebiscito, el 5 de octubre de 1988, el “NO” –que no se postulara a las elecciones presidenciales- ganó por más del 53 por ciento de votos frente a un 41 por ciento del “Sí”. Con más de 10 puntos de diferencia, los chilenos mandaron al basurero de la historia a Pinochet.

 La organización de la “Cruzada por el NO”, fue tal que se logró cubrir el 100 por ciento de las mesas de consulta, se obtuvo la lista de todos los ciudadanos inscritos, se vigiló minuciosamente el conteo, los ciudadanos resguardaron las papeletas utilizadas y así se sobrepasó el fraude. A pesar de los chanchullos de la dictadura militar, estos no lograron superar la participación ciudadana. El “NO” se impuso aún con las acciones fraudulentas que se hicieron.

 Esa es la enseñanza: las dictaduras pueden terminar sin derramamiento de sangre, pero sólo si los ciudadanos se comprometen a votar por el cambio y participan en la vigilancia, de sus sufragios. Es igual para este tiempo de los ciudadanos en Veracruz, ellos deben elegir por el Sí o por el No. Nada más sencillo. Ya el ejemplo a seguir está en los anales de la historia. Y se repite, el 5 de junio será fecha inédita. Todos los veracruzanos tienen la oportunidad de hacer historia.

 

PARÍS EN EL AGUA

A los parisinos les llueve sobre mojado. El río Sena comenzó a desbordarse desde ayer jueves, luego de más de una semana de lluvia en la región metropolitana. Es un fenómeno que no se veía desde hace más de un siglo, pues la última inundación en la Ciudad Luz fue en 1910, cuando la creciente alcanzó 8.42 metros de altura. Hasta anoche, el nivel del Sena era de 5.13 metros y se espera que hoy viernes llegue a los 5.90 metros. La alerta hidrológica está emitida, pues de seguir lloviendo el río podría rebasar los 6 metros durante el fin de semana.

 Para evitar la inundación de la ciudad, desde hace casi dos siglos se construyó una red de canales para aligerar al Sena de su caudal en época de lluvia y así se levantó una de las grandes obras hidráulicas de la actualidad, ejemplo de todo el mundo, que  fue tan eficiente que durante décadas se libró sin problemas a la urbe de los  anegamientos. Los canales paralelos al Sena sirven también para la navegación de pequeñas embarcaciones y para el esparcimiento de turistas, pues los hicieron con puentes y paseos laterales, con el fin de convertirlos en atractivos turísticos. Hay recorridos en los llamados “barcos-mosca”, tanto por el Sena como por sus canales donde viajan diariamente miles de personas.

 Pero ahora, en París hay una primavera atípica, la temperatura raramente rebasa los 22 grados Celsius y en los últimos ocho días la lluvia ha sido constante, a diferencia del año pasado, cuando el termómetro ya superaba los 30 grados. La paradoja es que París fue la sede de la Cumbre Mundial del Clima en diciembre del 2015, en la cual  se advirtió de los efectos del calentamiento global y la alteración climática, pronosticando catástrofes a mediano plazo, y miren, no hizo falta mucho tiempo para padecerlas en la llamada Isla de Francia.

 Es el fenómeno de “La Niña” dicen los expertos –que a diferencia de “El Niño”, es una especie de enfriamiento global en el que abunda vientos y humedad- y que ahora tiene a París en una situación inédita. El desbordamiento del Sena afectó ya las vialidades, los estacionamientos subterráneos y amenaza con anegar la red del metro e incluso edificios considerados como baluartes.

 De hecho, los museos Orsay y Louvre, que resguardan obras de incalculable valor  artístico para toda la humanidad, fueron cerrados desde ayer jueves  por la tarde y todo este viernes permanecerán sin acceso al público. El agua no los ha alcanzado, pero hay la amenaza de que lo haga y por ello comenzaron a ser sacadas todas las piezas que se tienen en bodegas instaladas en los sótanos, para ser llevadas a otros lugares de resguardo. Imagínense la operación para extraer miles de cuadros, lienzos, esculturas, retablos y otros objetos que tiene un valor artístico único, pero a la vez un costo monetario multimillonario.

 Por supuesto que la Policía Nacional y parte de las fuerzas armadas establecieron un cerco de vigilancia para cuidar ese patrimonio. En tanto, parte de la red del tren regional llamado RER, especialmente la línea C que atraviesa el Sena, fue cerrada por la inundación de las vías y así permanecerá hasta el próximo lunes. Y cuando se dice que a los parisinos les llueve sobre mojado, es porque la región metropolitana también está siendo castigada por fenómenos inherentes a cambio climático. París no está considerado como sitio de riesgo por la caída de rayos, a diferencia de otras zonas de Francia, pero acaba de registrarse una tormenta que provocó varios heridos.

 El sábado pasado un rayo cayó en el parque Monceau e hirió a once personas, entre ellos nueve niños  de entre 7 y 9 años de edad que estaban refugiados bajo un árbol. Hasta el momento,  cinco pequeños permanecen hospitalizados a causa de las quemaduras y aunque no hubo decesos, uno de ellos sí tuvo que ser reanimado por los paramédicos porque presentó un paro cardíaco tras  el impacto eléctrico. París no había sido tocado por los rayos desde hace décadas y ni siquiera el sistema meteorológico registró un riesgo de tormenta eléctrica sobre la Ciudad Luz.

 ¿Qué sucedió? Que el cambio climático ya alcanzó a los parisinos. Eso en Europa, aunque en  América Latina el fenómeno es más drástico. México y Veracruz registran una “ola” de calor y estiaje intensos. Hay récords en la temperatura y por ejemplo, en el puerto de Veracruz se ha llegado a tener 42 grados Celsius con sensación térmica de 45 grados y en Las Choapas se han registrado 45 grados y sensación térmica de 50 grados Celsius. Córdoba, la región fabril e incluso las faldas del Pico de Orizaba, han presentado temperaturas extremas, e inclusive rebasó marcadores históricos. 

 La otra cara de la moneda se tendrá en la temporada de lluvias, cuando los huracanes vuelvan a azotar severamente al territorio estatal. Sin duda el destino nos está alcanzando y como dicen algunos, el cambio climático es el látigo de la naturaleza para castigar al hombre depredador. Los damnificados son todos, pero en especial los más pobres, esos que habitan las zonas vulnerables a los desastres y que son los que

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