Tiago es un robot de un solo brazo que, a diferencia de otros humanoides, es capaz de reconocer su propio cuerpo frente a un espejo, una habilidad que es esencial para garantizar la interacción segura entre humanos y robots.
Así lo ha señalado a Efe su creador, el doctor en ingeniería artificial Pablo Lanillos, quien ha afirmado que la capacidad de poder reconocerse en un espejo es fundamental para el avance de la robótica.