Agencias
Japón.- La costa occidental de Japón se vio sacudida por un terremoto de magnitud 7.6 el lunes, dejando al menos 48 muertos hasta el momento. La ciudad de Wajima, cerca del epicentro, resultó particularmente afectada, con al menos 25 edificios, muchos de ellos casas particulares, colapsando. Las operaciones de rescate están en marcha, ya que se teme que personas queden atrapadas bajo los escombros.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, asumió la dirección de la gestión del desastre y movilizó a las Fuerzas de Autodefensa, la Guardia Costera de Japón y otros servicios de emergencia. Sin embargo, las dificultades de acceso en algunas áreas han complicado las operaciones. Se han evacuado alrededor de 32 mil personas en las prefecturas afectadas, y los servicios de transporte aéreo y trenes locales permanecen suspendidos.
El terremoto, el más mortífero en Japón desde 2016, ha generado cortes de energía en decenas de miles de hogares y problemas en servicios de gas y agua. Aunque se han detectado subidas del nivel del mar, no causaron daños importantes. Hasta ahora, no se han reportado daños directos en las centrales nucleares del país, consideradas altamente seguras ante desastres naturales. Japón, conocido por su preparación ante sismos, enfrenta un arduo proceso de recuperación.