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Chihuahua.- En los días previos al inicio del año 2025, autoridades del estado de Chihuahua fueron blanco de una serie de ataques con explosivos lanzados desde drones en el municipio de Guadalupe y Calvo, una zona marcada por una feroz disputa entre los grupos criminales Los Salgueiro y La Línea.
La más reciente agresión ocurrió el 31 de diciembre de 2024, cuando integrantes de la Base de Operaciones Interinstitucional (BOI) realizaban labores de rescate para ayudar a tres familias que habían solicitado apoyo para abandonar su comunidad debido a las condiciones de inseguridad. Mientras viajaban hacia el poblado de Dolores, un artefacto explosivo fue detonado desde el aire. Pese al ataque, los agentes continuaron su ruta, pero más tarde fueron blanco de otros cinco explosivos lanzados en las cercanías de sus vehículos oficiales. Estos artefactos, presumiblemente arrojados por miembros de la delincuencia organizada, causaron daños en al menos dos unidades, una de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y otra de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP).
Antes de este suceso, el 27 de diciembre, otro ataque similar ocurrió en la localidad de El Carnero, donde agentes policiales y militares que atendían un reporte sobre un vehículo calcinado fueron atacados con explosivos lanzados por drones. Aunque los artefactos no causaron víctimas, la situación evidenció la creciente peligrosidad de las tácticas utilizadas por los grupos criminales. Este tipo de agresiones se suman a un primer ataque ocurrido el 24 de diciembre, cuando un convoy de seguridad que patrullaba una brecha en la comunidad de El Pinito fue atacado con al menos dos drones cargados de explosivos, uno de los cuales dañó un vehículo de la Guardia Nacional.
Guadalupe y Calvo, ubicado al sur de Chihuahua, en la región serrana, ha sido un escenario clave en la disputa entre Los Salgueiro, vinculados al Cártel de Sinaloa, y La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez. Este conflicto se desató en 2020, después del derribo de una avioneta en el municipio de Balleza, que dejó seis muertos, entre ellos cuatro menores de edad, todos ellos familiares de Ildefonso “Poncho” Arellanes, líder criminal de la región.
“Poncho” Arellanes, quien desde principios de la década pasada lidera una célula criminal con presencia en Chihuahua, Coahuila y Durango, había sido detenido en 2012, pero se desconoce cuándo recuperó su libertad y asumió su actual rol dentro de La Línea, lo que ha contribuido a incrementar la violencia en la zona.
