El partido Revolución Ciudadana (RC) de Ecuador ha decidido pasar a la oposición en la Asamblea Nacional, en protesta por la detención del exvicepresidente Jorge Glas. Glas, quien había recibido asilo político y se refugiaba en la Embajada de México en Quito, fue arrestado en una operación policial que ha encendido las tensiones políticas.
La líder de RC y excandidata presidencial, Luisa González, ha exigido la renuncia del presidente Daniel Noboa, criticando la invasión de la embajada como un acto de guerra contra México y un capricho injustificado del presidente. La vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz, también ha expresado un rechazo enérgico a la acción, que consideran violatoria de la Convención de Viena y los derechos de asilo diplomático.
RC ha solicitado una sesión inmediata de la Asamblea Nacional para abordar la detención de Glas y exigir explicaciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Gabriela Sommerfeld. Esta situación rompe el acuerdo legislativo previo entre RC, el Partido Social Cristiano (PSC) y Acción Democrática Nacional (ADN), afectando la estabilidad política y las alianzas formadas para aprobar legislación económica clave.
En respuesta, el presidente Noboa defendió su posición en un evento simbólico, afirmando que la agenda nacional es definida por la mayoría y no por un “pequeño grupo de relajosos”, reafirmando su compromiso con la lucha contra la criminalidad y prometiendo buenas prácticas de gobernabilidad. Este giro en la política ecuatoriana revela una creciente fractura en la gobernabilidad y el espectro político, con potenciales consecuencias para la estabilidad y la política interior del país.