Córdoba.- Una mujer de 65 años lloró ayer, al recibir su acta de nacimiento por primera vez, de manos del titular del Registro Civil, Martín García Páez.
Ana Alicia Cajina García, de 65 años, con domicilio en la manzana 29 de colonia Los Filtros, lloró porque no creía que por fin tenía en sus manos el documento que le da reconocimiento legal
Con lágrimas, aseguró que “yo no tenía este documento porque nunca me lo habían podido hacer, nunca me dieron una explicación de esto, mi padre le dejó este nombre a mi madrina, mi fecha de nacimiento y es el nombre que he utilizado siempre, pasaron 50 años en los que anduve llorando, desde los 16 años anduve gestionando mi acta de nacimiento, pero nunca la pude obtener porque me ponían muchas trabas, me decían que era yo de Guatemala, que era de Honduras, pero cómo, si ni conozco por allá, hace mucho tiempo me dijeron que cantara el Himno Nacional para ver si era yo de aquí y lo canté, imagínense, si soy del 16 de septiembre de 1952, como no me lo voy a saber”, reprochó.
Incluso, dijo, “fui a Tuxtepec, donde me dijeron que no tenían ningún antecedente de mí allá y me pedían 2 mil 800 pesos para poderme registrar, pero como nunca tuve dinero, no pude sacar mi acta de nacimiento, siempre tuve muchos problemas, como legalizar la propiedad de un terreno que me saqué en una rifa del Ayuntamiento en 1995, en una rifa de la escuela de mi niño que me vendieron el número 18 y ahora voy a poder arreglarlo porque tengo el papel”.
También tuvo problemas, añadió, “como no poder obtener programas como el de Prospera, no tener el Seguro Social, inscribir a mis hijos en las escuelas, ya que mi esposo fue el que los registró con su nombre”.
Yo trabajé de cocinera, detalló, “para sacar a mis hijos adelante, ellos son Estefanía de 40 años, Carlos de 38 y Aurelia de 36”, por lo que mostró su felicidad por contar con el documento que la reconoce como ciudadana.
El titular del Registro Civil, Martín García Páez, dijo que él se encargó de llevar a Xalapa los documentos de la beneficiaria, para que fuera registrada y entregarle el acta.
Aseguró estar satisfecho con el trabajo que realiza y ante todo cumplir con la encomienda que tiene de servirle a la ciudadanía, agradeciendo las palabras de la mujer.
