ORIZABA.- Tras indicar que a nivel nacional tenemos todo a medias, con muchas cosas por hacer y aunque existen las personas e instituciones que tendrían que actuar para solucionar los distintos conflictos, el vocero diocesano Helkyn Enríquez Báez dijo que hay mucho por hacer “no hemos
llenado nuestras tinajas hasta el fondo y por eso no tenemos todavía el vino de la paz, de la reconciliación nacional, para actuar en una relación de honestidad y justicia así como de educar a las comunidades, podemos hacer todavía mucho”.
En el mensaje del primer domingo de tiempo ordinario, el sacerdote retomó el escenario y acción de Dios en las Bodas de Caná que ilustran sobre una situación similar al tiempo actual, de un pueblo desanimado, así como un ambiente de sentirse abandonado, pasando por un período más que difícil.
El mensaje de las bodas donde se acaba el vino, al no tomar previsiones, es apropiado para experimentar el ambiente de reclamos y la capacidad de acción humana así como los carismas que Dios da para que en las realidades temporales las personas resuelvan conflictos desde el área donde les toca hacerlo.
Según el evangelio María interviene para que Jesús haga algo, entra el poder de Dios y acciones nuestras porque a veces se entiende que podemos pedir a Dios todo porque Él es Todopoderoso, se le descargan responsabilidades y reclamos por crisis económica, matrimonial o de cualquier tipo, ejemplificó.
Ante esas circunstancias la respuesta divina podría ser: llenen esas tinajas como en Caná que las llenaron hasta el borde. La enseñanza es que Dios no va a hacer nada que nos toque hacer a nosotros. “Tenemos que llenar las tinajas al borde porque se nos ha acabado el vino de la alegría, de la paciencia, de la reconciliación nacional, de la justicia, el vino de la familia, de la comprensión a nivel de los padres, el respeto a nivel de los hijos, la educación, entonces toca empezar a llenar nuestras tinajas y sea ahí donde volverá a recuperarse lo que podemos hacer”.
Y cuando el cristiano, el ciudadano o las instituciones estén dispuestos a llenarlas hasta el fondo completamente Dios comienza a actuar.
A veces no se resuelven las cosas a nivel nacional, familiar o en cualquier ámbito y es debido a que no estamos haciendo lo que nos corresponde, insistió. La respuesta de Dios ante un reclamo del porqué no soluciona tal o cual realidad podría ser: porque tú no has hecho nada, enfatizó.
Para hacer lo que corresponde a cada uno están los carismas o capacidad de resolver algo en la sociedad, sólo así se pueden llenar las tinajas de alegría, de honestidad, bondad y voluntad, así Dios puede transformar en vino lo que se está buscando, finalizó.