OMEALCA.- Un pueblo con muchas historias y pasado que contar, así es Tenejápam de Mata, un lugar místico enclavado en la Sierra, inicialmente fue una hacienda y años después albergó los poderes del municipio de Omealca, ahora se ha convertido en un lugar digno para visitar.
HISTORIA
En épocas atrás, la exHacienda de San Andrés Omeyalca se erigió en donde hoy es esta comunidad.
El municipio que hoy conocemos como Omealca por muchos años ostentó el nombre de San Antonio Tenejápam, siendo esto de 1924 a 1932, cuando se cambió el nombre a Tenejápam de Mata, en honor de José María Mata, uno de los liberales más distinguidos del Estado.
Por decreto el 27 de noviembre de 1962 el municipio de Tenejápam de Mata se denomina Omealca, pero por muchos años los poderes municipales estuvieron albergados en dicho lugar.
RELIGIÓN
Tenejápam está regido por su santo patrono San Antonio de Padua, el cual es venerado por los lugareños y tiene su festividad el 13 de junio de cada año.
Los habitantes aseguran que la efectividad de los milagros de San Antonio es tal que muchas personas de distintas partes regresan en las fiestas patronales para dar gracias por los favores recibidos.
TURISMO
Uno de los atractivos más grandes que tiene es su bonita iglesia, la cual data de la época colonial; por otro lado tiene al frente un parque lleno de árboles que a pesar de que es pequeño guarda muchas sorpresas para sus visitantes.
El puente colgante es otra maravilla que ver, ya que según cuentan los pobladores fue donado por el Gobierno de Suiza hace algunos años, pues el primero que había se vino abajo por su antigüedad.
El jardín de gardenias sin duda es una maravilla, ya que en primavera florece y con su peculiar aroma llena el aire, lo cual es una experiencia incomparable.