Fortín.- Por miedo de contagio, padres de familia de las escuelas “Francisco I. Madero”, “Belisario Domínguez” y “Justo Sierra” se mantienen renuentes a presentar a sus hijos a las clases. Temen se contagien de hepatitis tipo A, tras el brote confirmado de seis casos. Aunque ayer martes las actividades en las aulas se retomaron, se estima que de los más de 400 estudiantes matriculados del turno matutino, sólo el 50 por ciento se presentó.
Lo mismo ocurrió en el vespertino, ya que de entre los cerca de 100 alumnos, apenas cinco estudiantes de los diferentes grados del turno llegaron a sus clases.
De acuerdo con paterfamilias, tras el brote registrado la semana pasada, comenzó a circular un audio entre los tutores donde se especula del riesgo de contagio con el resto de la comunidad escolar, hecho que los mantiene en incertidumbre.
Ayer por la mañana, la supervisora escolar de la Zona 21 de Fortín, Rosa María Hernández Hernández, acudió al plantel para informar a los tutores que la petición de una cuarentena o suspensión de clases durante dos semanas es improcedente.
Según se explicó, las acciones preventivas desarrolladas como el lavado y la fumigación del plantel son suficientes para contener los casos, sólo con una indicación contraria de la Jurisdicción Sanitaria es como se permitirá dejar de laborar, aunque se dijo que dicha situación no es lo más recomendable al afectar el último bimestre de clases.
Mientras tanto, y ante el ausentismo, los niños que no acudan a las clases podrán desarrollar actividades extra en su hogar.
Por parte del personal docente, se presentará en el plantel aunque los grupos no estén completos, ellos impartirán sus clases.
