Fortín.- Sentados en reducidos pupitres de plástico jóvenes de la comunidad de Coapichapa, reciben clases en la telesecundaria Gabriel García Márquez la cual paradójicamente no cuenta con televisores, ni instalaciones y sanitarios dignos; mientras que a cinco kilómetros, en el centro de Fortín de las Flores, el actual Alcalde llega todos los días en la flamante camioneta de millón y medio de pesos que se compró con el dinero del pueblo.
Este es uno más de los casos que duelen a los habitantes de Fortín, esos que salen a trabajar diariamente para traer el pan de cada día a sus hogares, que pagan sus impuestos puntualmente cada año, les duele ver que su dinero más que servir para la educación y el bienestar común, termina satisfaciendo los gustos del representante del pueblo, Armel Cid de León.
Son 14 jóvenes de entre 12 y 15 años, que se levantan cada día entusiasmados por ir a la escuela a pesar de las malas condiciones de ésta, pues cabe aclarar que donde reciben clases ni siquiera es una escuela, sino el salón de usos múltiples de la comunidad la cual no cuenta con luz, agua potable, ni drenaje.
A dos años y medio que se instituyó la telesecundaria, han visto poco apoyo de todos los niveles del Gobierno, empezando por el municipal.
En un mismo espacio a manera de división, está la biblioteca, el aula de primero, segundo y tercer grado, sólo hay dos pizarrones, uno de ellos de metro y medio de largo por un metro de ancho, que ha sido la única donación que ha hecho el Ayuntamiento de Fortín.
La telesecundaria sin televisores, ni red eléctrica, ni Internet, cuenta sólo con dos profesores: Angélica Díaz quien funge como directora y profesora y Jesús Juan Sánchez.
Comentan que desde hace seis meses se comenzó a gestionar apoyo para la escuela a través de una asociación civil, han presentado peticiones al Ayuntamiento, sin embargo la respuesta siempre ha sido que no tienen recursos para apoyarlos.
Los bancos y pupitres que existen, fueron conseguidos gracias a las gestiones de algunas madres de familia. Los baños, que sólo son una taza pegada al piso con fosa séptica, apenas fueron instalados, pues anteriormente los jóvenes tenían que ir al monte a hacer sus necesidades.
No tenían luz, pero gracias a una persona se les instalaron dos focos adentro del salón, sin embargo la corriente es tomada del jardín de niños que se ubica junto.
Con tristeza, los profesores han observado que algunos alumnos han tenido que irse a otras escuelas del centro de Fortín o a la comunidad más cercana para poder recibir clases en condiciones dignas y con seguridad, pues afirma que en tiempo de lluvias, se mete el agua al salón, y durante las suradas el techo de lámina los asusta mucho.
A esta institución educativa perteneciente a la supervisión escolar 609 con sede en Orizaba, se les ha negado participar en los programas de escuela de excelencia o calidad, debido a que no cuentan con un terreno, pues el predio que había donado la comunidad para la escuela al ser parte de la parcela escolar, la Secretaría de Educación en Veracruz no pudo escriturar ni mandar los apoyos.
Inclusive cuando han buscado la ayuda del alcalde Armel Cid de León para poder adquirir otro lugar, éste siempre ha argumentado que en las arcas municipales no hay dinero, incluso en Tesorería dicen que no hay recursos en efectivo ni en especie hasta nuevo aviso.
Aunque lo que no dicen, es que sí hay dinero para comprar una camioneta a nombre del Ayuntamiento que está al servicio exclusivo de Armel Cid de León, tampoco comentan de los más de 2 millones de pesos que invierten al año para la supuesta reparación del parque vehicular que no está ni regularizado.
Respecto a la compra del auto blindado y de las necesidades que tiene dicha institución educativa, el profesor Jesús Juan Sánchez expresó lo siguiente: “Es injusto, porque nosotros nos apegamos a una Reforma Educativa que iba a generar cambios y ahí claramente menciona que se debe gestionar recursos a través del Ayuntamiento y de las dependencias; y es injusto que se esté usando los recursos sólo para complacer al Alcalde”.
Para Saúl Salvador que es de los alumnos destacados e iniciadores de la telesecundaria, explica que le gusta ir a la escuela por “como nos explican los maestros, pero el edificio no, pues no tenemos”.
Las ganas de estudiar las hay, pero las condiciones en las que lo hacen, les afecta: “No puede uno trabajar en paz, cuando corre aire aquella lámina está haciendo ruido (señalando parte del techo), no nos deja concentrar”, afirmó el joven.
En temporada de frio la situación no es muy diferente, padecen por el clima, pues a decir de Saúl “hay veces que temprano es cuando queremos salir al calorcito para calentarnos, si no estamos aquí temblando de frío”, los deseos y necesidades son generalizados, los 14 jóvenes estudiantes quieren un aula, una televisión, un baño digno.
A pesar de estar en la zona rural de Fortín, el joven estudiante no desconoce de los despilfarros del Alcalde, e incluso se atreve a opinar: “da coraje porque nosotros estamos aquí sufriendo y él allá presumiendo la camioneta”.
