Tania López
El Buen Tono
Córdoba. – Lulú Juárez, quien como diputada local se ganó el apodo de “la dormilona” por sus constantes siestas en su curul, ahora aspira a convertirse en presidenta municipal de Córdoba. Su registro como precandidata ha causado sorpresa y críticas, pues su paso por el Congreso del Estado dejó más bostezos que resultados.
Juárez, actual funcionaria de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), utilizó sus redes sociales para anunciar su intención de contender por la alcaldía. Este domingo reapareció públicamente regalando juguetes económicos, en un intento por proyectar cercanía con la niñez, pese a que en su gestión legislativa no se le conoce ninguna acción significativa en favor de este sector.
Durante su periodo como diputada, Juárez no presentó iniciativas relevantes ni participó activamente en debates, lo que le valió ser recordada más por quedarse dormida que por representar a los ciudadanos de Córdoba. Su falta de trabajo en el Congreso ha sido señalada como una de las gestiones más grises y ausentes de los últimos años.
Además, Juárez también enfrentó cuestionamientos por haberse convertido en empleada de Big Force Academy, una empresa radicada en Orlando, Estados Unidos, acusada de explotación laboral. Este antecedente suma un elemento más a su polémico historial, que contrasta con sus actuales aspiraciones políticas.