AGENCIA
Internacional.- El nearshoring continúa siendo un factor clave en el impulso de la economía mexicana, posicionando al país como un hub estratégico para la fabricación de alta tecnología. Según datos oficiales citados por Bloomberg, las exportaciones de Taiwán a México experimentaron un crecimiento sin precedentes del 479 por ciento (%) en enero de 2025, alcanzando un total de 2 mil 700 millones de dólares en comparación con el mismo mes del año anterior.
Este notable aumento se atribuye principalmente a la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, donde empresas taiwanesas han comenzado a trasladar su producción fuera de China para establecer fábricas en México. Compañías tecnológicas de renombre como Hon Hai Precision Industry Co. (Foxconn) y Wistron Corp. están liderando este movimiento, utilizando a México como un punto clave para el ensamblaje de servidores de inteligencia artificial (IA) destinados al mercado estadounidense.
Sin embargo, el panorama se complica con la reciente amenaza de Washington de imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses, un factor que representa un riesgo potencial para este crecimiento económico y que ha generado preocupación tanto en Taiwán como en México a corto plazo.
México se ha vuelto una pieza esencial en la estrategia de Taiwán para reducir su dependencia de China, un movimiento impulsado por los crecientes riesgos geopolíticos y comerciales. La alta dependencia de Taiwán hacia China ha conducido a una aceleración en la diversificación de su manufactura, ubicando a México como una alternativa viable para las empresas que buscan estabilidad y acceso al mercado estadounidense sin las complicaciones que implica la relación con China.
La creciente inversión taiwanesa en territorio mexicano es una respuesta a los cambios en las políticas comerciales internacionales y ofrece una oportunidad para que los fabricantes de hardware tecnológico eviten restricciones y se beneficien de los acuerdos comerciales favorables en América del Norte. Entre los sectores más favorecidos se encuentra el ensamblaje de servidores de inteligencia artificial, donde las unidades de procesamiento gráfico (GPU), fundamentales para el desarrollo de modelos de IA, constituyen la mayor parte de las exportaciones taiwanesas a México.
La demanda global de hardware especializado ha aumentado significativamente con el crecimiento de la inteligencia artificial, y México está en una posición privilegiada para convertirse en un centro clave de ensamblaje. Empresas como Foxconn y Wistron ya han comenzado a establecer líneas de producción en el país, lo que podría resultar en nuevas inversiones y la generación de empleo altamente especializado en el sector tecnológico.
Sin embargo, la incertidumbre persiste después de las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció su intención de implementar aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá. Aunque la aplicación de estos aranceles se ha pospuesto 30 días para negociaciones, la amenaza sigue latente y el gobierno estadounidense también ha propuesto un arancel del 100% a los semiconductores de Taiwán, lo que añade más complejidad al ecosistema tecnológico global.
Ante esta situación, el ministro de Economía de Taiwán, Kuo Jyh-huei, confirmó que una delegación de funcionarios visitará Washington con el objetivo de frenar la aplicación de los aranceles y proteger los intereses de las empresas taiwanesas, reafirmando así la importancia de las relaciones comerciales y económicas entre Taiwán, México y Estados Unidos.
