Villahermosa.- En Tabasco, la situación por las inundaciones de los últimos días es crítica. Los ríos siguen subiendo de nivel y se teme que el agua llegue al centro de la capital, Villahermosa, que se defiende gracias a costaleras en el malecón. Entre la población hay desesperación y ya comienzan a registrarse actos de rapiña.
Miles de personas que viven en la zona centro de Tabasco ven inundados sus hogares, debido al desbordamiento de ríos y lagunas en las últimas horas. En Villahermosa, la colonia Gaviotas sur quedó convertida en un río.
En pueblos y rancherías también están inundados.
“Desde ayer comenzó a subir y subió bastante, hemos tratado de ir salvando las cosas a manera de no perderlas”, dijo el señor Isidro.
Hay personas que no quieren dejar sus casas, por temor a la rapiña. En algunas zonas ya se registraron balazos.
Debido a la creciente del río se han registrado saqueos en tiendas y supermercados. En la zona de cajas, han saqueado todo lo que había.
Prefieren improvisar albergues en azoteas de casas abandonadas. Como Gloria, que habita en la ranchería La Lima. Compró lonas, plásticos y láminas, para techar la azotea de una casa abandonada para que varias familias puedan resguardarse.
“No es muy grande, pero la unión hace la fuerza. Nosotros invitamos a algunas familias a que se unan a este pequeño refugio. Los alimentos lo poco o mucho que tengamos lo vamos a compartir. La taza del baño la recolectamos de una casa abandonada, la lavamos”, dijo la señora Gloria.
“Gracias a Dios se pudo improvisar esto. Hace un mes igual se habilitó aquí . Si nos salimos al rato vienen con cayucos o lanchas a robarnos las cosas”, insistió el señor Manuel Arias.
Los más jóvenes cuidan con machetes del ingreso de víboras y tarántulas.
Otras personas salvan animales de traspatio en las zonas altas y en algunas carreteras.
“Llevamos cuatro veces moviendo gallinas, pavos, se los llevó la corriente ya”, agregó Mariana Bautista, habitante ranchería La Lima.
Protección Civil ha censado a más de 8 mil personas en albergues oficiales.
“La gente se ha metido pues a alguna iglesia, a una escuela o a donde les han dado oportunidad y ni siquiera los tenemos de detectados. Son adicionales a estos refugios formales”, refirió Jorge Mier, coordinador de Protección Civil Tabasco.
A lo largo del día se ha trabajado para evitar que las inundaciones colapsen la zona centro de la capital tabasqueña. Incluso por la noche, el gobernador Adán Augusto López hizo un recorrido de supervisión.
La zona centro no es la única afectada. El fin de semana, habitantes de Macuspana fueron sorprendidos por el desbordamiento del Río Puxcatán.
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“No sacamos nada, sólo a la media noche en cayuco sacamos a los niños”, detalló la damnificada Karina.
Al amanecer, el agua siguió subiendo hasta un metro de altura. La gente se desesperó.
“No tengo palabras para describirlo, el perder mis cosas, que con tanto sacrificio me costó adquirirlas y ver cómo se me está yendo en un par de minutos. No me dio tiempo de nada”, insistió Diana Lizbeth Félix Izquierdo, damnificada Macuspana.
En el interior de la casa de la familia de la Cruz, los muebles, por ejemplo, los sofás están flotando. Prácticamente todo que en algún momento sirvió, hoy está convertido en basura.
En las calles de la colonia El Castaño, lanchas de particulares rescataban gente atrapada en los segundos pisos.
“Nunca se había visto tan grande, prácticamente todo el centro está en el agua”, dijo Roosevelt Reyes Dominguez, subdirector de Tránsito Municipal, Macuspana.
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