México, D.F.- El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, descartó ayer que la entidad vaya a convertirse en la “caja chica” del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que dirige Andrés Manuel López Obrador, y reiteró que serán sancionados penal y administrativamente los funcionarios priistas que dejaron el estado convertido en una “zona de desastre”.
En entrevistas radiofónicas, el primer mandatario de la izquierda en Tabasco sostuvo que rechazó las versiones periodísticas que dicen que su gobierno fondeará la agrupación que encabeza López Obrador.
“Ni Andrés Manuel jamás ha planteado una cosa así, ni desde luego yo lo haría”, replicó, y apuntó que su relación con el excandidato presidencial será de plena camaradería, amistad fraterna y respeto.
Sobre el estado en que recibió el gobierno, Núñez lo resumió en tres palabras: “zona de desastre”. Por tal razón, anticipó que serán sancionados administrativa y penalmente quienes hayan hecho mal uso de las finanzas en Tabasco.
El gobernador perredista heredó una deuda de 10 mil millones de pesos, cuando su predecesor, el priista Andrés Granier, la recibió en 400 millones.
“Recibí una verdadera zona de desastre” y aún puedo llevarme muchas sorpresas”, apuntó.
El ex subsecretario de Gobernación anunció por lo pronto que se realizarán las auditorías e investigaciones correspondientes para deslindar responsabilidades.
Asimismo, anunció que al margen de las auditorías solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ayuda para seguir operando, y también emitirá un decreto de austeridad para el gasto público.
AGENCIAS
