TLAQUILPA.- Ante las nuevas políticas migratorias implementadas por el Gobierno de Estados Unidos, pronto las comunidades de este lugar, como Quetzaltotol, volverán a tener en los hogares a los varones que han emigrado en busca del sueño americano y se fueron desde el año 2000 a la fecha, dejando sólo a mujeres, señaló el investigador Miguel Ángel Sosme Campos, quien afirma que este fenómeno se da como alternativa para enfrentar la pobreza de la zona montañosa, además de lamentar la falta de políticas públicas en el País o la Entidad, pues al parecer para las autoridades no es tema prioritario.
Según su investigación, el destino por el que han optado los que salen de este municipio es el Estado de Wisconsin, aunque también existe presencia en Virginia y Carolina del Norte; se emplean en los establos de los ranchos o como ayudantes y auxiliares de los restaurantes de comida mexicana.
Señaló que existe una tendencia histórica en los varones jóvenes y adultos para dejar sus pueblos y buscar el sustento de sus hogares, dejando atrás a sus esposas y descendencia para lograr el llamado “sueño americano”, que en los últimos años ha cobrado vidas y creado pueblos donde existe un 80 por ciento de mujeres en los habitantes, las cuales complementan las nuevas familias con abuelos e infantes y algunos jóvenes.
Apunta que hay cambio en roles de género y más allá de ser un problema social, el cambio de ciudad para buscar empleo es la única alternativa que encuentran los indígenas ante la falta de políticas migratorias, pues a pesar de haber instituciones y leyes al respecto, en la práctica no funcionan.
“La pobreza cada vez es mayor, pues fallan los programas federales y el tema migratorio no le interesa a los Gobiernos. Sumado a ello, está el dolor de las madres por la desaparición de sus hijos al intentar cruzar la frontera, pero en Veracruz no hay quién atienda su búsqueda, pues ni protocolos ni seguimiento, al no ser centro de atención de los funcionarios públicos”, finalizó.
Para el entrevistado, el escenario que viven los habitantes que se encuentran en la Unión Americana y ya están siendo deportados no debe tomarse a la ligera, pues el presidente Trump podría endurecer su postura.
