Chilpancingo.- Los diez agentes municipales de Tixtla retenidos por el grupo de autodefensa fueron liberados ayer luego de que el alcalde perredista Gustavo Alcaraz Abarca se comprometió a gestionar recursos económicos para la operatividad de la policía comunitaria y hacer un llamado público al grupo delincuencial que privó de su libertad al hijo de un activista y su novia para que les respeten la vida.
No obstante, los integrantes de la organización denominada Policía Comunitaria, adherida a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (PC-CRAC), decidieron quedarse con el armamento de los policías municipales -cinco fusiles automáticos AR-15 y AR-90 calibre .223, así como una pistola calibre .9 milímetros- y dos patrullas oficiales para realizar operativos de búsqueda de los dos jóvenes que fueron privados de su libertad la noche del sábado en pleno centro del poblado de Tixtla.
Al respecto, el edil tixtleco afirmó que la desaparición de Abilene Ibañez Sanchez y Cristian Molina Honorato, la novia y el hijo del promotor de la policía comunitaria en este municipio de la región Centro, Gonzalo Molina González, es una represalia de la delincuencia organizada porque el grupo de autodefensa detuvo a tres jóvenes señalados como “halcones”.
En tanto, los dirigentes del grupo de autodefensa señalaron que retuvieron a los uniformados durante los primeros minutos del domingo porque las autoridades municipales son cómplices de los grupos delincuenciales que se disputan el control de la venta y trasiego de droga en este lugar ubicado a 16 kilómetros de la capital de la entidad.
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