El número de muertos por las inundaciones masivas que devastaron partes de Filipinas durante el fin de semana de Navidad aumentó a 51, dijo el lunes la agencia nacional de respuesta a desastres, mientras los afectados luchan por recuperarse.
Las fotos en las redes sociales mostraban a las personas de la provincia de Misamis Occidental en el norte de Mindanao barriendo el lodo espeso de los pisos de sus casas. En el pueblo costero de Cabol-anonan, los cocoteros fueron arrancados de raíz y las chozas hechas de material liviano prácticamente arrasadas.
La región del norte de Mindanao en el sur llevó la peor parte del desastre, reportando 25 muertes, según el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres. La mayoría de las muertes se debieron a ahogamientos y deslizamientos de tierra, y entre los desaparecidos había pescadores cuyas embarcaciones naufragaron.