Mariana Gutiérrez
El Buen Tono
Río Blanco.- El sector transportista registró un aumento del 30 por ciento en sus costos operativos, tras el cierre del tramo carretero El Mirador, debido al deslizamiento de tierra que se generó desde el 26 de octubre de 2024.
Dicho incidente los obligó a recorrer rutas alternas más largas, lo que incrementó los gastos de combustible, casetas de peaje, y horas extras para los operadores, informó el presidente de la Federación Mexicoamericana de Transportistas (Fematrac), Lauro Rincón Hernández.
El deslave, que cubrió más de un kilómetro de carretera con tierra, ramas y lodo, bloqueó ambos carriles de la vía de comunicación, afectó la conectividad hacia importantes destinos como la Ciudad de México y el estado de Puebla.
Los transportistas tuvieron que utilizar rutas alternas como Acultzingo-Azumbilla, Magueyes-Atzitzintla, Orizaba-Conejos-Xalapa, y Córdoba-La Tinaja-Xalapa-Perote, lo que generó un alto impacto en los costos.
Criticó la lentitud en los trabajos de limpieza del tramo afectado. Según comentó, las empresas contratadas carecen de experiencia en este tipo de labores, lo que retrasa la reapertura de la vía.
Advirtió sobre las repercusiones económicas de este cierre, especialmente para los productos perecederos, cuya pérdida genera incrementos en los precios finales para los consumidores.
Desde el inicio del incidente, los transportistas solicitaron que las labores de remoción de tierra, piedra y lodo se realicen las 24 horas para acelerar los trabajos en la zona afectada.
Según Caminos y Puentes Federales (Capufe), y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), hasta la semana pasada se había avanzado un 82 por ciento en la limpieza, con planes de habilitar al menos un carril para la circulación de vehículos.