Steven Spielberg continúa con su cruzada contra Netflix y el resto servicios de streaming. El director ha propuesto a la Junta de Gobernadores de la Academia de Cine, que se reunirá el próximo mes de abril, un cambio en la normativa de nominaciones a los Óscar.
El objetivo: evitar que películas como Roma estén presentes en premios cinematográficos. Su decisión afectaría, de forma colateral, a muchas producciones independientes que luchan cada año por los premios más deseados del cine.
Actualmente para que una película sea elegible a los Óscar es necesario se proyecte en cines de Nueva York y Los Ángeles durante al menos una semana. Si el periodo mínimo de proyección se amplía, muchos largometrajes (principalmente producciones con menor presupuesto y de habla extranjera) se verán perjudicados y no solo las grandes compañías de streaming. A juicio de Spielberg, las producciones de Netflix y otras plataformas “deben competir en los Emmy, no en los Óscar”, tal y como afirmó hace unos meses.