Córdoba.- El jueves, Tomás@elalcahuetedePortillayLavín pretendió pasar por encima de la máxima autoridad en Córdoba: el Cabildo. Pero esta vez fue frenado hasta por regidores de su mismo Partido: quería que le aprobaran recursos para dos obras que ya están ejecutadas, con el argumento de que se adelantaron porque eran prioritarias.
Así lo ha hecho a lo largo de tres años y medio de Gobierno; maneja dinero público a su antojo en supuestas obras y luego quiere que el Cabildo le apruebe el gasto, cuando la Ley es clara: primero el Presidente propone, luego el Cabildo aprueba y al final el Edil ejecuta.
El alcalde alcahuete pretendía incluir dentro del presupuesto las obras de construcción de locales comerciales en el área del campo del Murillo Vidal y la barda perimetral del kiosco de San José Loma Grande.
Los Ediles de extracción priista, como la regidora quinta, Humberta Solís, Ricardo Navarro, Mario Arturo Palencia y los ediles panistas: Iván Espinoza, Elisa Paola de Aquino y Rodolfo Cordera Perdomo, votaron en contra de dicha propuesta.
Para justificarse, el presidente municipal Tomás Ríos, aseguró que este tipo de acciones responden a que el recurso que se solicita con estas modificaciones fue empleado para la atención de temas de prioridad, como el puente del Sagrado Corazón. Molesto por la decisión de los Ediles, insistió que en la ciudad hay necesidades y sobre todo temas de prioridad que deben ser atendidos a la brevedad, por lo que ha habido situaciones en las que se prefiere actuar antes que solicitar la aprobación del Cabildo.
Sin embargo, vecinos que utilizan ese puente que comunica con la zona rural, denunciaron a EL BUEN TONO que Tomás incumplió con los acuerdos y dejó abandonada la obra.