Orizaba.- El dinero y el rechazo de Dios, tienen consecuencias como las que se viven de violencia y significa una amenaza para nuestra certeza de lo que creemos, es una amenaza al niño por nacer, al anciano, al enfermo, al huésped de paz como son los migrantes, el extranjero y al prójimo, indicó el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
Además, mencionó que por ser año de elecciones somos clientes electorales ante encantadores de serpientes, falsos profetas y charlatanes, que se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas a donde ellos quieren.
“Nos crean a hombres y mujeres encantados por la ilusión del dinero, que acaban haciéndose esclavos del lucro o de intereses mezquinos, sólo piensan en sí mismos y el Papa nos hace la reflexión de cuántas cosas están mal en la sociedad y que es por el dinero, como es la violencia, todos los que se han dedicado a engañar con un cargo público, los que hacen trampa, los que buscan las cosas fáciles, el aborto, la eutanasia, todas esas cosas”, opinó.
De igual manera, insistió: “la valoración que la sociedad le da al dinero es una amenaza al niño por nacer, al anciano, al enfermos, al huésped de paz, los migrantes al extranjero y al prójimo, no corresponde a nuestras expectativas y ahora somos clientes electorales, no son personas o ciudadanos a quienes podemos servir”.
Como parte del mensaje que transmitió el Papa en torno al camino Cuaresmal para llegar a la gran fiesta de los católicos y que recae en la Pascua, el Obispo invitó a la comunidad para que no se deje engañar, “Jesucristo nos invita al discernimiento, Dios no hizo a gente inútil, nos ha hecho capaces para construir juntos, la antropología cristiana a la luz que nos da Dios; el hombre es un sujeto libre y responsable, entonces no puede ver a los demás como enemigos”.
Comentó que algunos falsos profetas engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar la caridad de los corazones, que es el centro del Evangelio, ya que son como encantadores de serpientes y que en la actualidad hay muchos que se aprovechan de las emociones humanas, “muchos hijos de Dios y hasta nosotros, discípulos de Dios, también nos dejamos engañar por esas lisonjas de un placer momentáneo”.
Se vive en una
sociedad
derrotada
Dijo que vivimos una sociedad derrotada, que sólo busca el bienestar físico, “pareciera que el hombre y la mujer sólo somos la piel, pero no nos preocupamos por cosas más profundas”.
Consideró que en estos días “nos están creando necesidades y te preocupas por la marca, el cosmético y no está mal que te arregles, pero a veces exageras demasiado, ¿cuántas dietas, cuántos fisicoculturismo y cuántas cosas nos dan? ¡Remedios hasta para que se aplaquen las patas de gallo que salen con la edad!”.
Destacó que hay falsos profetas, charlatanes que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para el sufrimiento y resultan inútiles, es decir, “el joven que quieren salir del sufrimiento con el remedio de la droga, las relaciones de usar y tirar, la sociedad del desechable; muchos viven en relaciones virtuales, nunca tienes un contacto real y que va acabando en una vida sin sentido”.
Resaltó que se vive en una cultura que busca lo sencillo, lo inmediato que ofrece cosas sin valor y que quitan la capacidad de lo más valioso que es la dignidad, la libertad, la capacidad de amar, “nos despersonalizan”, en medio de una falsa felicidad.