El senador José María Martínez (PAN) cree que las diversidades las define la moda. Vaya manera de simplificar las complejidades de la vida.
La semana pasada, dicho senador asumió la presidencia rotativa cada año de la Comisión de la Familia y el Desarrollo Humano. Ahí dijo, palabras más, palabras menos, que se le debe cerrar la puerta a entidades y políticos que están pensando más en modas o tendencias o que incluso han llevado a pensar en la muerte.
Con esas palabras el senador advirtió que la comisión que preside busca impulsar las familias definidas como “la unión de un hombre y una mujer para la perpetuidad de la especie”.
Si el senador quiere definir así a la familia en su ámbito personal, muy su tema. Pero querer imponerlo como política de Estado y utilizando el presupuesto público para ello —presupuesto nada pequeño de 300 mil pesos mensuales, aproximadamente— es simplemente inaceptable.
Por ello, ayer, junto con varios activistas, académicos, funcionarios, políticos y otros periodistas, decidí firmar un desplegado pidiendo a la Junta de Coordinación Política del Senado que ésta destituya a dicho senador de la presidencia de la comisión y que mejor se conforme una Comisión de Las Familias y sus Derechos que proteja, defienda y haga valer los derechos humanos de los diferentes tipos de familias que existen en el país.
¿Por qué hemos de pensar que un matrimonio entre hombre y mujer que decidan no tener hijos no es familia?
¿Por qué discriminar aquellas casas en las que sólo hay padre o solamente hay madre?
¿Qué hay de aquellas parejas que son del mismo sexo y deciden adoptar o tener hijos? ¿Son ellos menos dignos de que se les respeten sus derechos que otro tipo de familia?
Desde luego que no. La decisión de cómo vivir en familia tiene muchas variantes y nada tienen que ver con modas. Hay algunas que son diferentes por decisión; otras, por circunstancias de la vida.
Aquella mujer, como la que conocimos en el caso del exministro de la Corte, Genaro Góngora Pimentel, ¿tendrá menos derecho a que se le respete su familia por la simple razón de que el ministro decidiera dejarla y tenerla a ella y a sus hijos en condiciones de miseria nada más porque sí?
No, señor senador. No todas las familias son diferentes por modas. Algunas lo son por elección, otras por tragedias personales.
De verdad que da vergüenza que lleguen hasta el Senado personas tan cortas de miras y con la intención de imponer sus estrecheces a todos los demás.
Apostilla: Tarde, pero finalmente, Fausto Vallejo deja la gubernatura. A ver si así se puede comenzar a corregir un estado que, si no es fallido, está muy cerca de la imagen que se tiene de los que sí lo son. El tema es que las acusaciones a sus cercanos, incluido su hijo, no queden ahora en el olvido. Lo que ha sucedido en el poder en Michoacán es un escándalo y así debe de perseguirse.
Twitter: @AnaPOrdorica