De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.-La actual administración de Cuitláhuac García Jiménez ha demostrado una alarmante corrupción y complicidad para poner orden en la Fiscalía.
Pese a sus promesas de cambio, sigue prevaleciendo la influencia de personajes tramposos, quienes han manipulado el sistema a su antojo en todo el sexenio, como Clarisa Tapia Uría.
No es suficiente con simplemente destituir a funcionarios corruptos, es imperativo que se les finquen cargos penales para que enfrenten las consecuencias de sus actos.
La fiscal Tapia Uría torció la ley para afectar a la primera mujer en comandar un buque militar de la Marina Armada de México, Gloria Cházaro, en un claro ejemplo de la impunidad con la que operan, pues se atrevió a manipular la ley contra una persona con respaldo institucional ¿qué no hará contra víctimas que no tienen ese apoyo?
Es crucial que se lleven a cabo análisis exhaustivos e independientes de las acciones de la Fiscalía, se propone que maestros doctores en derecho de la Universidad Veracruzana revisen la carpeta del caso en cuestión, elaborando un informe detallado sobre las irregularidades cometidas.
La destitución de funcionarios corruptos es sólo el primer paso; deben enfrentarse a la justicia y responder por sus acciones corruptas para que se restablezca la confianza en nuestras instituciones.
