Córdoba.- Más “buenos padres” que no teman dar cariño a sus hijos y críen con amor y cercanía es lo que necesita la sociedad, clamó el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.
Un buen ejemplo dará como resultado ciudadanos de bien, sobre todo en estos momentos donde la violencia continúa entristeciendo a la población.
Tras concluir la eucaristía dominical que en esta ocasión coincidió con la celebración del Día del Padre, lamentó que esta fecha se mantenga en el olvido, pues la figura se ha relacionado exclusivamente como el proveedor de la casa, dejando de lado el amor que dan a sus hijos cuando los ven crecer y desarrollarse.
La misión de un padre no es nada fácil, pues tiene que luchar en contra de la violencia y las carencias de la vida diaria.
Por ello, se ha convertido en una necesidad desarrollar padres cercanos, que no tengan miedo a dar cariño a sus hijos y compartir con su esposa las labores del hogar, ya que esto ayuda a que sean vistos como una figura cercana, aun cuando tengan que luchar en contra de lo desgastante de los trabajos, deben recordar que la prioridad es dar un abrazo o caricia a sus hijos.
Monseñor insistió que aunque las carencias de la vida y la violencia son temas que entristecen y no permiten que haya una seguridad entre las familias y las comunidades, es ahí donde el padre debe trabajar más duro para mantener una buena imagen hacia sus hijos, ya que entre más buenos, desinteresados y amorosos, mejor van a entender el amor de Dios.
Dijo que es necesario que se envíen muchos “buenos papás”, para que sean ellos quienes se encarguen de formar ciudadanos en valores, que cuenten con la conciencia del respeto y dignidad.
