Córdoba.- La violencia en contra de las mujeres obliga a la sociedad a cuestionar su actuar ante el respeto por la vida humana. Mientras que para las autoridades, es un llamado a hacer lo mejor posible su trabajo para buscar el bien social, dijo el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.
A la par, se requieren reforzar las estrategias de vigilancia y cuidado en el transporte público y centrales de autobuses.
Ante el asesinato de la joven xalapeña, Mara Castilla, quien fuera atacada sexualmente y estrangulada por un conductor de taxi en el estado de Puebla, Monseñor lamentó que el tema de la violencia se esté “recrudeciendo”, no hay fronteras que sirvan para detener la pérdida por el respeto a la vida, pues cada vez son más los casos de las jóvenes que son violentadas y asesinadas cruelmente.
Esta situación obliga a toda la sociedad a replantearse: “¿Qué es lo que estamos haciendo como ciudadanos?”. Las autoridades tiene el reto de aplicar medidas para ver que de alguna u otra manera puedan ser diagnosticadas las personas peligrosas y sean revisadas o hasta consignadas en caso de que haya ilícitos. Insistió que ante la violencia e inseguridad, se obliga a generar un plan de trabajo en conjunto con todas las organizaciones de transporte público, incluyendo las terminales de autobuses, donde pudiera ser propicio que alguien se convierta en víctima.
Inclusive, ejemplificó el caso de entidades como en la Ciudad de México, donde operan aplicaciones telefónicas que sirven para avisar de cualquier ilícito. El Obispo reiteró a las autoridades locales y principalmente al recién nombrado Delegado del Mando Único en Córdoba, que hagan su trabajo lo mejor posible por la tranquilidad de los ciudadanos.
VULNERADOS
En materia de Seguridad, el País se “está saliendo de las manos” y aun así se puede recuperar, confió el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, quien agregó que todos los sectores están siendo vulnerados ante la descomposición de la sociedad y los jóvenes deberían de tener la confianza de poder salir por las noches, lo anterior tras la trágica muerte de la joven xalapeña, quien fuera secuestrada y asesinada en Puebla.
Indicó que la Iglesia Católica se encuentra preocupada por la situación que empaña el entorno, sobre todo cuando se ven afectados los sectores más vulnerables como son los jóvenes, las mujeres, los niños y los adultos mayores; y en el caso de esta adolescente de 19 años, opinó que fue víctima de todo lo que se está viviendo.
