CDMX.- “Las construcciones no tienen que ser sísmicamente vulnerables”, comentó Alejandro Giuliano, director del Instituto Nacional de Prevención Sísmica de Argentina.
Lo que desconoce Giuliano es que en México los funcionarios corruptos, por un “moche”, firman los permisos necesarios para que se lleven a cabo esas construcciones.
Alejandro Giuliano dijo, en un correo electrónico desde Ciudad Mendoza, Argentina: “México cuenta con un nivel académico y profesional de excelencia a nivel Mundial para la prevención de pérdidas de vidas humanas a causa de los sismos”.
Para el caso de la Ciudad de México, que ha visto desplomarse numerosos inmuebles, después de los sismos del 7 y 19 de septiembre, el encargado de prevenir pérdidas humanas a causa de movimientos telúricos en Argentina, dijo que sus homólogos mexicanos del Cenapred tienen información crucial para evitar siniestros.
Giuliano hizo hincapié que en el largo plazo la sismicidad no varía, sino que hay períodos donde se vuelve particularmente activa y períodos de relativa calma.
“Dado que los sismos no pueden predecirse, hay que estar siempre preparados”, dijo.
Lo que en otras palabras implica crear conciencia sísmica entre la población, partiendo del conocimiento del fenómeno desde antes de que suceda, cuando está sucediendo y, desde luego, también después.
