El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que el 20 de enero, a las 19:50 horas locales (1:50 UTC), se registró un sismo de magnitud 4.1 cerca de la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz. Según los primeros reportes, el epicentro se localizó a 14 km al oeste de la ciudad, a una profundidad de 39.6 km. Los habitantes de la región percibieron el temblor, aunque no se reportaron daños graves.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) enfatiza la importancia de mantenerse informado a través de fuentes oficiales, como Protección Civil, para evitar caer en rumores o noticias falsas. Además, se recomienda seguir algunas medidas básicas para garantizar la seguridad de la población:
- Antes del Sismo: Tener un plan de protección civil, realizar simulacros de evacuación, y preparar una mochila de emergencia.
- Durante el Sismo: Mantener la calma, resguardarse en una zona segura y alejarse de objetos que puedan caer. Si se está en un vehículo, estacionarse y alejarse de estructuras.
- Después del Sismo: Verificar si existen daños en el hogar, evitar el uso innecesario del celular, y no encender cerillos o velas hasta estar seguro de que no hay fugas de gas. Además, estar preparado para posibles réplicas.
Este evento subraya la continua amenaza sísmica que enfrenta México debido a su ubicación geográfica. A lo largo de su historia, el país ha sido escenario de algunos de los sismos más devastadores, como el del 19 de septiembre de 1985 y el de 2017, que causaron enormes pérdidas humanas y materiales, principalmente en la Ciudad de México.
Sin embargo, los sismos más destructivos no siempre son los de mayor magnitud. En 1787, un terremoto de magnitud 8.6, con epicentro en Oaxaca, provocó no solo una intensa sacudida, sino también un tsunami que avanzó 6 km tierra adentro. Estudios realizados en 2009 sugieren que un evento sísmico de esa magnitud podría ocurrir nuevamente, particularmente en la región conocida como la Brecha de Guerrero.
Aunque los terremotos no se pueden predecir, es esencial estar preparado y seguir las recomendaciones de las autoridades para reducir el riesgo y mitigar los efectos de estos fenómenos naturales.
