Agencias
Sinaloa.- Sinaloa se encuentra en medio de una intensa guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa, con un alarmante registro de 192 asesinatos en el último mes, lo que equivale a un promedio de seis homicidios diarios. El Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) también reporta 224 desapariciones forzadas y el desplazamiento de 200 familias, principalmente en el sur del estado. Miguel Ángel Quevedo, coordinador del CESP, destacó el deterioro de la seguridad pública, el respeto a los derechos humanos y la salud socioemocional, advirtiendo que la situación se agrava con cada día que pasa.
La violencia ha afectado gravemente la economía local, resultando en el cierre temporal de 180 negocios y la pérdida de casi 1,900 empleos en septiembre, en medio de la confrontación entre Los Chapitos y Los Mayos. Laura Guzmán, vicepresidenta de la Canirac en la zona norte del estado, subrayó que la psicología del miedo está impactando el consumo y, si no se toman medidas económicas inmediatas, la región podría enfrentar una crisis civil. La situación también se ve agravada por el incremento de secuestros exprés, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral para abordar la crisis de seguridad y sus consecuencias económicas.
Un llamado urgente a la acción fue hecho por Quevedo, Guzmán y Oscar Loza, integrante de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, quienes instaron a la presidenta Claudia Sheinbaum a implementar incentivos económicos y sociales, como créditos blandos para pequeñas y medianas empresas, así como la reactivación de negocios. Destacaron la necesidad de crear un entorno seguro para que las familias y las comunidades puedan recuperar su vida cotidiana, que se ha visto paralizada por el miedo y la violencia, especialmente en áreas como Culiacán, Mazatlán y comunidades rurales del sur de Sinaloa.
