Córdoba.- Padres de familia del jardín de niños “Antón S. Makarenko” quedaron obligados a solventar con sus propios medios la renta de un inmueble particular para mantener las clases de sus hijos en una zona cercana a sus hogares.
Autoridades de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV)propusieron reubicarlos a un inmueble propiedad del Estado, mismo que no resultó viable para la mayoría de los 94 estudiantes matriculados por la lejanía del lugar, localizado en la colonia Agustín Millán.
Ayer por segunda ocasión, los paterfamilias se manifestaron para exigir al Estado les dote de un espacio seguro para sus hijos, al recordar que el plantel donde operaba el preescolar, desde hace 25 años, está señalado en su totalidad por la Unidad Municipal de Protección Civil como zona de riesgo ante los daños registrados tras los sismos de septiembre del año pasado.
Por ello, las clases están suspendidas desde el lunes, sin fecha para reanudarlas y concluir el Ciclo Escolar 2017-2018.
De acuerdo con los quejosos, quienes ayer marcharon hasta el Palacio Municipal, llevan seis meses en espera de que la SEV y Espacios Educativos dicten una respuesta para la necesidad de reubicación que solicitaron ante los primeros daños visibles, sin que a la fecha se le haya dado el seguimiento deseado.
ALTERNATIVAS INVIABLES
Ante la protesta, se presentó la delegada regional de la SEV, María Estela Rodríguez; el jefe de Recursos Humanos, Florentino Hernández y la supervisora escolar de la Zona 035 de Preescolares Federales en Córdoba, María Eugenia Limón Luengas. Al dialogar con los padres de familia, les propusieron ser reubicados a las aulas del Centro de Atención Psicopedagógica de Educación Preescolar (CAPEP), localizado en la colonia Agustín Millán, misma que fue rechazada por la lejanía que existe entre ambos puntos, pues el inmueble dañado se encuentra sobre el bulevar Miguel Alemán en la Unidad Nuevo Jardín -a un costado del mercado Tratados de Córdoba- y trasladarse hasta aquella colonia significaría un gasto doble en pasajes.
Para aceptar dicho cambio, pidieron se les apoyara con un transporte diario, petición que también les fue rechazada por las autoridades educativas. En una contrapropuesta, solicitaron se rente algún inmueble cercano a la zona habitual, considerando la posibilidad de utilizar el salón de los Ferrocarrileros en La Estación o alguno de los inmuebles que han quedado abandonados por el cierre de estancias infantiles en la zona, misma que tampoco fue aceptada por las autoridades educativas.
PAGARÍAN RENTA
Ante la falta de acuerdos, los padres de familia se negaron a tomar la propuesta de reubicación. Aunque amagaban con mantener las manifestaciones en las próximas horas, acordaron buscar un espacio cercano a las colonias donde radican entre La Estación, Pardo, y anexas, para rentarlo con sus propios medios y retomar las clases.
Sin embargo, esta medida tampoco fue bien vista por la totalidad de los 94 padres de familia del plantel, al asegurar que carecen de los recursos suficientes para solventar el pago de una renta de hasta 18 mil pesos que les cobran, por lo que no descartaron en buscar el apoyo de las autoridades municipales para el pago de la renta del inmueble que les permita reanudar las clases.