Córdoba.- La información que El Buen Tono ha estado publicando a los largo de la semana sobre el mecenazgo entre los Arróniz y los gobiernos en turno, ha vuelto a constatarse. El alcalde, Tomás Ríos Bernal, consumó ayer su parte del acuerdo con el “coludido” al permitir que los nuevos parasoles de los 21 boleros instalados en el parque 21 de Mayo aparezcan con la “marca” de la familia Arróniz, que se promociona gratuitamente en el corazón de la ciudad desde hace seis años.
Esta acción pone en evidencia los intereses de ambas partes. Por un lado, Ríos Bernal antepone los intereses de la familia Arróniz ante cualquier otra empresa cordobesa que quiera promocionarse gratuitamente en el Centro Histórico de la ciudad, a cambio de un buen puñado de notas a favor de su administración en las páginas del diario coludido.
Por otro lado, la familia Arróniz tendrá que cumplir con su parte, manipulando y censurando la información negativa que pueda surgir en las filas del Gobierno municipal, por ejemplo, los casos de nepotismo, una política que el alcalde panista ha asumido y promulgado como un acto “normal” e incluso “responsable”, contratando entre otros al novio de su hija Andrea para la Jefatura de Compras del Ayuntamiento.
No sólo eso. La práctica del coludido y gobierno, además, es ilegal. De acuerdo al Artículo 22 del Reglamento de Anuncios Publicitarios en la Vía Publica del Municipio de Córdoba, queda prohibido fijar, instalar o colocar anuncios, cualquiera que sea su clase o material, en el Centro Histórico de la ciudad y en un radio de 100 metros (medido en proyección horizontal), del entorno de los monumentos públicos y de los parques y sitios que el público frecuenta por su belleza natural o interés histórico y cultural.
La pregunta es: ¿por qué el Alcalde no invita a otras empresas cordobesas a promocionarse gratuitamente en el Centro Histórico de la ciudad?, ¿acaso Tomás Ríos tiene miedo al coludido como para quitarle la publicidad de la que goza gratuitamente desde varios años en el parque 21 de Mayo?
Lejos de promover la cultura y el turismo, Tomás Ríos da cátedra sobre cómo violentar las leyes en el municipio, pasando por encima de todos los cordobeses, negando las palabras y consejos de sus subalternos y, principalmente, ignorando a todos aquellos empresarios que pagarían miles de pesos por promoverse en el Centro Histórico.
De la redacción
El Buen Tono