Yanga.- Hasta ayer no había sido identificado el cuerpo del hombre que el jueves apareció esposado, mutilado de la lengua y con varios balazos, en unas fincas del rancho San Joaquín, perteneciente a este municipio.
Autoridades ministeriales y personal de la AVI mantienen las indagatoria para identificar a la víctima y poder establecer las circunstancias en que fue privado de la vida.
El hallazgo fue alrededor de las 17:00 horas del pasado jueves, cuando un campesino que pasaba entre las fincas de Francisco Pérez y María Lezama, halló el cuerpo sin vida de un hombre, cerca de un canal de aguas.
Al lugar llegó el agente municipal, Fidel Nieto Morales, quien después de constatar el hallazgo, dio aviso a la Policía municipal, trasladándose al lugar varios elementos de esa corporación, quienes hallaron boca abajo el cuerpo de un joven de entre 25 y 30 años, el cual presentaba señales de violencia, por lo que dieron aviso al Ministerio Público y a la Agencia la AVI.
El hombre, vestía una playera roja, un pantalón color azul y tenis blancos; según fuentes extraoficiales, a la víctima le fue desprendida una parte de la lengua, y tenía huellas de golpes en el cuerpo, además de impactos de arma de fuego.
Personal del MP Sector Sur de Córdoba, a cargo de la fiscal María Isabel Hernández Cruz y el coordinador regional de la AVI, Pablo Miguel Rachet Cruz, se presentaron al lugar para encabezar las investigaciones y preservar el lugar de los hechos.
Después de realizar las investigaciones correspondientes en el lugar, la fiscal ordenó el retiro del cuerpo, el cual fue llevado a una funeraria local de Córdoba, donde hasta ayer continuaba en calidad de desconocido.
Antonio Osorio
El Buen Tono